Y de postre galletines

Ni mujeres ni niños

Todos tenemos nuestros pequeños rituales.
Cuando me ducho por las mañanas, para que salga el agua por la alcachofa de la ducha giro la llave en sentido contrario, haciendo la vuelta más larga.
Cuando me tomo el café a medio día, me dan dos sobrecitos de edulcorante. No me pongo uno y el otro lo tiro, no. Junto los dos, los abro a la vez, los vacío hasta la mitad en el café, y tiro el resto.
Cuando me pongo los guantes, tengo que morderme el pulgar derecho una vez que tengo los guantes puestos.
Antes, cuando fumaba, abría los paquetes de tabaco por abajo y le daba la vuelta al chivato. Así sacaba los cigarrillos cogiéndolos por alante, y giraba la muñeca para ponermelos en la boca. Además, es un buen gesto a la hora de dar tabaco, ya que está feo tocar el filtro del cigarrillo de otro con tus dedos, que pueden estar sucios.
Siempre agito la muñeca antes de mirar la hora, aunque pueda ver perfectamente el reloj de antemano.
Carraspero muy levemente antes de hablar (y no estoy seguro de si el resto de la gente lo sabe, porque cuando digo "levemente" quiero decir "levemente"...)