Y de postre galletines

Runtime error.

No hay nada como volver a la oficina para que te entren de nuevo las ganas de escribir. Durante esta semana, algo os he leído entre siesta y siesta, y ahora prometo intentar volver a la dinámica de los cuatro o cinco posts semanales.
Empezando por los dos más grandes de zonalibre, compruebo que os habéis dedicado a divagar entre capulladas existencialistas y el papá Noel iraquí. Muy mal. Ahora será Bin Laden quien se sienta desplazado por el benjamín de la casa e intente llamar de nuevo la atención (toma crísis de identidad...)

Ya se me había olvidado lo que era tener tiempo y ganas de hacer lo que uno quiera. Durante estos últimos nueve días he cumplido algún que otro proyecto pendiente que tenía desde hace algún tiempo, y he pasado algún que otro rato con los muchachos del PLP (Asociación de jóvenes profesionales mal pagados llamada "Por La Patilla"). Nada da más sensación de libertad que el poder desperdiciar un miércoles con un porrito (/purritu/) de marihuana y hachís, un montón de colegas predispuestos al cachondeo y un DVD (de "Zú Warriors" en euskera).
Uno, que siempre se ha considerado perro viejo en estas lides, cogió el maldito cilindrín (trompetero y sin boquilla, como se hacían antes, y no las moderneces que uno les vé ahora hacer a los jóvenes, que van desde usar manzanas hasta fumarselos con filtro), se acomodó en el sofá y comenzó a saborear ese agradable humo blancuzco y agridulce. A los pocos segundos me sorprendí: ¡me estaba tostando! Si es que la edad no perdona... Bueno, pues mejor; me apoltrono, me relajo, me termino el cubatita de lata y a echarnos unas risas.

Lo curioso es que cuando me ha asaltado el buen humor, o cuando el cuerpo me ha pedido guerra (que hacían ya muchas lunas), la gente con gesto atónito me preguntaba "Alex, ¿estás borracho...?"
Sí, joder. Me vuelven a entrar ganas de canturrear o de recitar alguno de mis antiguos monólogos y la gente ya me tiene por el enemigo público (púbico para otras) número uno. Además, que yo cuando me emborracho soy muy soso, y me dá por filosofar. Es más, ultimamente no consigo pasar por ese término, voy directamente de la lucidez a la cama. Sin embargo, aún disfruto mucho con las conversaciones etílicas de mis compañeros/as. Siempre me han gustado esos destellos de gilipollez entremezclados con algún que otro despertar existencial que experimentan los borrachos (una vez que superas esa fase de bochorno y vergüenza ajena, claro).

Ah, pero de salir a la pizarra no se libra nadie en la comuna, y a la hora de hacerlo siempre es mejor llevar algo más de un 2.5 en sangre. Y, precisamente, algo más de un 2.5 llevaban los dos personjaes con los que quedé el otro día en el bar. Como llegué dos horas tarde, los muchachos ya llevaban una castaña de las que hacen afición, hasta el punto de que las rondas caían por inercia desde el otro lado de la barra, a modo de tarifa plana (tú me pagas doce euros, y yo sigo pasando tapas...)
Tal sería el contentillo, que la conversación desembocó irremediablemente en LOS TRES TEMAS: vivienda, fútbol (momento ideal para ver los vídeos de la vh1), y meterla en caliente. Es más, cuando alguien pronunció LA PALABRA (y no, no usaré aquí la oscura lengua de Mordor) yo comencé a hacer mis cálculos para alcanzar rápidamente la puerta.
Curiosa la tendencia del ser humano medio a arremeter contra mis prejuicios hacia las preclaridades. Me joden los profetas, no lo puedo evitar, y sin embargo en esas circunstancias todo el mundo corona sus comentarios con un "a tí lo que te pasa es que"...
Siempre he agradecido un "yo creo que" o incluso un "deberías". Pero no, la banda va a piñón.
Desde luego, la conclusión que más me gustó, fué la que vino del que más había recibido esa semana en la comuna: "déjate de polleces y haznos partida de Star Wars de una vez, hijo de puta".

Allá por dónde voy, y como buen iluminado, las gentes me consultan en busca de conocimiento. Y aquella noche alguién que consiguió llevarse a la novia de vacaciones a Francia a ver los mundiales de fútbol me preguntó: "Maestro, ¿qué es el amor?". Para partirle la cara a hostias, vamos...
Hijos míos, el amor es decirle a una bailarina de stript-ease lo mucho que te gustan sus zapatos mientras se zampa de un bocao la aceituna de tu martini con vodka (más por lo que te puede costar el martini con vodka que por otra cosa, vamos...) Todo lo demás es tontería gorda para pagar la hipoteca a medias.

A los que os gusten los videojuegos, os recomiendo el "knights of the old republic". Un claro ejemplo de que al neverwinter knights se le podía haber sacado mucho más partido. Impresionante motor gráfico capaz de correr en casi cualquier máquina (muchos agradecerán que se pueda jugar en resolución de 800x600, en la que el juego también se ve tremendamente bien...)
Además el jueguecito son cuatro cedés, y por lo que estoy viendo es bastante extenso y con muchos detalles. La historia, además, es bastante buena. Aunque, si os gusta la literatura, yo os sigo recomendando el clásico "planescape: torment", el juego de aventura/rol con más texto y con la mejor historia que yo he visto jamás. Lo malo es que no fué traducido al castellano, sin embargo unos cuantos aficionados lo han traducido y han creado un parche que podéis descargar grátis en http://traduccion-torment.vze.com. Algunas pantallas:
http://immortality777.iespana.es/immortality777_es/torment/index_archivos/capturas/Torment08.jpg
http://immortality777.iespana.es/immortality777_es/torment/index_archivos/capturas/Torment13.jpg
(Tengo problemas con el java en la oficina y no puedo enlazar directamente, ni subir yo los archivos. Si tengo ganas, esta noche lo arreglo...)

Me voy a comer.

Mira lo que hace Somófrates a las 12.15.03 13:13