29. detsember 2003

Weekend. O algo.

El viernes fuimos a cenar a un Tony Roma's (o cómo leches se escriba). No éramos pocos, dos coches al completo, diez. Como es habitual, Juanan trajo a su compañero de trabajo, Fernando, un chico bastante rarito al que le cuesta Dios y ayuda comportarse de un modo medianamente normal con la gente. Todo el mundo le llama "Ámbar", o "Ambarín", creo que porque es su nick en algún videojuego on-line, no estoy seguro. Desde luego, sus problemas habrá tenido el chaval para haberse desarrollado como lo ha hecho, y aunque aún no ha cometido ningún crimen en presencia mía, a mí ni me va ni me viene. Vivo y dejo vivir.
El caso es que al llegar al restaurante, el tal Fernando se fué al baño, y como éramos muchos, nos dieron una mesa en el piso de arriba, donde las mesas son más grandes. A los veinte minutos de estar sentados, la gente empezó a extrañarse de ver una silla desocupada, y tratándose de "Ámbar" en el cuarto de baño, no quisimos ni si quiera intentar imaginarnos cuál sería la naturaleza de su tardanza.
Al rato alguién cayó en la cuenta de que nadie le había dicho que estabamos sentados en el comedor del piso de arriba. Bueno, pues el tal Fernando, antes de preguntar a un camarero o similar (esto es, un desconocido), salió en dirección a donde habíamos aparcado los coches, no vaya a ser que le hubiesemos dejado tirado, o algo por el estilo. No os quiero ni contar la cara que tenía cuando su amigo Juanan le trajo de vuelta al restaurante.
En principio a uno le puede dar por reírse del chaval, sobre todo cuando la mitad de los que estabamos en aquella mesa tendemos a montar grotescos circos con las desgracias, no ya ajenas, sino propias (luego nos llaman malas personas, pero lo que nos reímos...) El caso es que ver al pobre muchacho en tal tesitura, rodeado de aquel target publicitario de entre 25 y 30 años, me dió por pensar.
Pensar en los complejos que tenemos, en las dificultades que habrá podido tener este o aquél para desarrollarse y salir así, en que nadie es mejor que nadie. Pensar en la personalidad de la gente, y darme cuenta de que hay quién vive sólo y muerto de miedo. Intenté imaginar lo que debía ser estar en el lugar de Ambarín, un tipo que no puede abrir la boca para que los demás no se rían de él, obligado a vivir en una rutina rodeado de gente que le aterra.
Me acordé de aquella película de Jack Nicholson, "Mejor Imposible", en la que al protagonista le pasaba más o menos lo mismo, con la diferencia de que era él quién prefería convertirse en el monstruo gruñón que odia a los demás para que no le coman.
Luego se me empezaron a ocurrir chistes con la película de "Carrie", y volví a ser el cabrón redomado de siempre...
En fin, poco puedo hacer (o quiero hacer) por el pobre Fernando, salvo reírme de vez en cuando, y desearle lo peor a sus padres y profesores por haberle arruinado la vida al muchacho. Lo peor de todo es que no parece un mal tipo.
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La que vimos el viernes fué una película verdaderamente lamentable, que entra de cabeza en el top10 de lo puto peor. Y es que "Timeline" compite muy de cerca con "Druidas" (sí, hombre, la del bizco este de los inmortales), si acaso no tan abajo porque el vestuario es bastante decente.
Sí, os voy a reventar la película, porque no merecéis gastar vuestro dinero como yo lo hice. Y si lo hacéis, entonces merecéis que os la reviente.
Resulta que dos señores con la nariz muy gorda inventan una máquina del tiempo. Bueno, en realidad es una máquina que manda cosas a la francia del siglo XV, donde unos doscientos franceses se pegan con otros tantos ingleses. El caso es que los señores estos de la nariz gorda, van y mandan a un señor muy viejo que sabe mucho de ese sitio. O algo. El caso es que el viejo se les pierde, y mandan a su hijo y a unos colegas, que también saben mazo de aquello. Pero esta vez, para evitarse problemas, pues les mandan con tres señores, uno que es un actor de medio pelo medio conocido y con líneas de diálogo, y dos tipos que en Star-Trek llamarían "chaquetas-rojas" (los tipos desconocidos que bajaban a todos los planetas con la tripulación y cascaban en cero coma, cual Kenny de South Park). Total, que uno de los chaquetas-rojas, que según llega al pasado es masacrado a flechazos por un guardia civil inglés, intenta volver moribundo al futuro (o sea, el presente), y se le olvida tirar antes una granada que llevaba, y se folla con cebolla el trasto de mandar cosas a Francia. O algo.
Bueno, pues los ingleses son malos de la hostia (todos conocemos a Adri), y los franceses buenos que te cagas (todos conocemos al Gablin), y entonces al final hay una batalla. La famosa batalla de no-sé-qué, de la que todos eran grandes expertos, y tal. Bueno, pues el tema es el siguiente: En un lado están los franceses que traen unas catapultillas, y un montón de tíos a caballo y aqrqueros. Y en el otro lado, pues están el viejo que se les había perdido (que les promete a los ingleses fabricarles fuego griego con sus inmensos conocimientos modernos sobre química a cambio de que no le peguen más), un so-called castillo (que a mí me parecen cuatro piedras mal puestas, pero bueno...), un montón de cosas que hacen ¡PUM!, y unos cuantos hijos de la gran Bretaña.
Bueno, pues venga, vamos a empezar a zurrarnos.
Empiezan los franceses tirando con catapulta unas tinajas de aceite ardiendo, que no parecen hacer gran cosa, pese a dejar medio castillo ardiendo.
Entonces van los ingleses y les tiran una especie de "lanza" con fuego griego que hace ahí una hoguerilla bastante guay en medio del campo.
Luego llegan los franceses y hacen avanzar a los aqueros. Porque los franceses eran gente muy lista que sabían que los castillos se asaltaban de puta madre con flechas. Bueno, pues dá igual, porque los ingleses eran igual de listos, O MÁS; así que ellos también llenan las murallas de su castillo con arqueros. Lo cachondo es que ambos bandos tiran las flechas prendidas con aceite, que de noche queda la mar de bonito, y en el caso de los franceses, se entiende, ya que asedian una estructura, pero en el de los ingleses...
Bueno, pues cuando uno aún está intentando averigüar por qué los ingleses prenden sus flechas, llega el super-jefe-maligno inglés y dice "¡PREPARAD LAS FLECHAS NOCTURNAS!". Ostias... flechas nocturnas... ¿Y eso qué será...? ¿Qué aviesa invención de estos ladinos ingleses conformará tal perversión bélica...? Pues, sencillamente, flechas de las de toa la vida, pero sin encender. Vamos, que de noche no se ven, y se cargan a la regüeba de franceses comedores de caballos.
Yo ya estaba dudando si reír o si llorar, cuando en medio de todo aquello, uno de los ingleses grita "¡CERRAD LAS PUERTAS!". Lo juro. A los diez minutos de asedio salen dos ingleses con casco y lanza corriendo para cerrar la puerta.
En fin, que el malo malísimo inglés ya está hasta las mandarinas de zascandilear con los franceses, y coge a una piba francesa que tenía ahí secuestrada que era muy importante, y la sube a la muralla y dice "dejadnos en paz o me la cicutriño". Así que el viejo sale con una antorcha, y dice "si te la cicutriñas, vuelo todo el castillo con el fuego griego que te he hecho". Lo cachondo es que el castillo lleva media hora ardiendo...
En fin, que empieza a haber mogollón de mal rollito, y la gente se pone nerviosa, y se empiezan a dar a posta, y medio castillo salta por los aires, y entonces rescatan a la tía, y matan al malo, y los señores de la porra gorda rreglan la máquina del tiempo, y fin.
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Total, que una cosa llevó a la otra, y llegó el Domingo, y decidí ponerme un DVD para pasar la tarde. Si Bruce Wayne no hubiese heredado la fortuna de sus padres y no tuviese tan mal gusto con los leotardos, en vez de Batman, habría sido Robert DeNiro en Taxi Driver. Gran DVD, ya no sólo por la película en sí, sino por las opciones que lleva relacionadas con el guión.
Ya se me había olvidado lo muchísimo que me gusta esa película, de manera que la ví dos veces, una en castellano y otra en inglés. Quemé 1400 calorías subido en mi bici mientras la veía.
El de Travis es un personaje bastante pintoresco. Incluso con esa introversión, si se quisiese mostrar a alguien levemente más listo toda la película se iría a la porra. Es una especie de tonto santo consagrado a obsesionarse, que complica hasta el absurdo lo cotidiano, mientras que en otros aspectos es tan preclaro, directo y sincero que dá auténtico miedo. O de cómo un sociópata depresivo puede terminar siendo un héroe.
Sospecho que esta película ha inspirado a Frank Miller, tanto para su "Dark Knight Returns", como para su "Sin City". Es más, no sé si Miller no optó por crear a aquella prostituta con los trece años de Jodie Foster si por puro reparo, o por no parecer demasiado inspirado en la película.
El mismo hecho de enamorarse de una ramera es tan absurdo, que hasta le añade cierta trascendencia tanto a la estupidez del protagonista, como a la propia circunstancia. Sobre todo para alguien que tiene que limpiar las manchas de semen del asiento de atrás de su taxi todos los días.
Para mi próximo cumpleaños, a ver quién me regala el DVD de "El Cabo del Miedo" (puede que la original fuese mejor, pero no tenía a DeNiro...)
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A veces mi gato viene a verme por la noche, y se mete en la cama conmigo. No, no me refiero a que se suba a la cama, sino que se mete bajo la colcha, a mi lado, y se hace un ovillo a mi costado. Luego me clava las uñas hasta que accedo a rodearle con el brazo. Él ronrronea, y yo me quedo frito al instante, pero tras seis o siete horas manteniendo esa misma postura, no consigo que la mitad izquierda de mi cuerpo responda debidamente. Estoy destrozado. Me duele el cuello, me duele la espalda, me duele el brazo y me duele el culo. Esto último no es por el gato. No, tampoco es por la foto del anterior post. Intentad vosotros ver dos veces Taxi Driver subidos en una bicicleta estática, a ver cómo se os queda el kakas.
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Como colofón a este despropósito de post, hoy he descubierto que en mi entorno profesional usamos expresiones tan gilipollescas como "refrescar la fuente"...

Mira lo que hace Somófrates a las 12.29.03 16:05



Cosonísimas:

Respecto a lo de Ambarín, intento comprender a ese tipo de personas y hacerles pasar cualquier trago lo mejor posible(aunque a veces tambien tengo ataques de cabroncete, pa que negarlo). Seguro que ellos lo agradecen.

Bueno, si, ya lo sabemos...el gato es tuyo y te lo follas cuando quieres...

Mira lo que hace Sickned