30. detsember 2003

Tengo que organicionarme.

Creo que fué con once añitos cuando me fijé por primera vez en una chica. Se llamaba Verónica. El caso es que aquello era bastante gilipollesco, y la niña una repelente de cojones, pero me temo que a mí me daba igual.
El caso es que un día un tipo apellidado Abad (ni me acuerdo de su puto nombre; me acuerdo del apellido, porque era el primero de la lista), me pilló escribiendo polleces en la carpeta de la chavala en el recreo de la comida. No se hizo esperar, por supuesto, y al entrar en clase por la tarde, en la pizarra se podía leer "el cabezón está por la Verónica".
Cagontó... Bueno, pues nada, yo, allí, como quitándole hierro al tema haciéndome el Sueco. Cuando entró el profesor y borró aquello, coge y se me queda mirando, como diciéndo "pobrecito"... ¡Ostias! ¡Hasta los profesores me conocían como "cabezón"!
En fin, que la repelente tampoco parecía muy desagradada, y hasta se reía con las gilipollas de al lado. Sin mirarme, claro, eran las otras las que lo hacían, y se pasaban la carpeta de una a otra para leer lo que escribí como anónimo. Uno, que se lía con el boli, y... en fin... que a mis manos, a última hora de clase, llegó un papelito arrugado de la repelente. Yupi. Pues la chiquilla, aquella tarde, como tantas otras, se fué a hacer natación. Llegó la primera, se tiró a la piscina, se le cortó la digestión y cinco minutos después había palmado ahogada sin que nadie se enterase.
Al menos, la gente dejó de llamarme cabezón. Ahora era el viudo negro. De ahí que no me comiese un colín hasta COU (creo que fué por eso...)
La gente allí no quería perder el tiempo con asignaturas como dibujo técnico y similares, de manera que yo vendía los trabajos ya hechos. A los tíos, dos talegos, a las tías un filete. No vendí muchos, no. Pero vendí.
Allí tuve una de las experiencias más desagradables de mi vida. Yo estaba liado con una tía mu cabrona (a la que aún hoy tengo miedo, y cómo no sé si esta habrá palmado ya, yo por si acaso no pongo su nombre), una de mis clientes de dibujo técnico, que me hizo firmar una especie de contrato con letra pequeña. Contaría el resto. De hecho, hasta lo he escrito, pero en el último momento lo he borrado, no vaya a ser que diga más de lo debido.
El último día de clase aquel curso, había unas chicas repartiendo condones a la salida del colegio. Por la campaña aquella, no sé si recordaréis el anuncio aquel del gimnasio dónde un profesor encontraba un condón y preguntaba que de quién era. No tuve nada mejor que hacer con ese condón que abrirlo, desenrrollarlo, echar dentro un buen escupitajo, y espachurrarlo contra el capó del coche de aquella... tipeja...
Hay más, claro. Estudiantes finlandeses de intercambio, borracheras de verbena, e inolvidables tardes en el parque de las jeringuillas, pero tampoco quiero que Woody Allen se inspire en mi vida para hacer una película...
Baste con decir que conmigo Cupido se modernizó, y cambió el arco y las flechas por un carro de combate M-1 Abrams. Ahora que lo pienso, si Woody Allen hiciese una película con esto, me gustaría pedirle que a mi Cupido lo interpretase George C. Scott (pese a que murió hace cinco o seis años). Con unas alitas a la espalda, unos pañitos y un casco como el que llevaba en Patton. Ya me lo imagino: cada vez que escucho a Wagner, me entran ganas de meterle un viaje al Somo.
En fin, trabajando dónde trabajo, con un poco de suerte a estas alturas ya me habré quedado estéril...
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Últimamente ando bastante obsesionado. Creo que ya he comentado alguna vez que la publicidad de ropa interior hoy en día te vale tanto para vender un cruzado mágico, como para hacer una portada del Hustler. Pero es que el último cartelito de intimissimi ya es porno duro.
El Hombre Malo dice que nada es pornografía hasta que alguien no chupa algo, pero es evidente que la muchacha del cartel si no está chupando nada no es por falta de ganas. Este tipo de publicidad (tanto la de ropa femenina como la masculina), parece consistir en ponernos a un modelo que transmita un mensaje tipo "estoy tan bueno/a con esta ropita que me pasaría el día metiéndome mano frente a un espejo". Ayer lo comentaba con una amiga en el messenger.
Y es que el otro día pasé, como todos los días, junto a la parada del autobús y al ver el cartel pues pensé, como todos los días, "a esta me la calzaba". Lo normal, vamos. Pero al dar la vuelta a la marquesina, ví que había una chica mirando el mismo cartel. Una tía fea de cojones. Gorda como ella sola, además. Y entonces ese cartel me pareció la putada más grande del mundo. Una barbaridad, vamos. Por nada del mundo quisiera ser aquella chica gorda y fea frente a aquel cartel. Si es que hasta tenía cara de sentirse miserable.
Yo seguí andando, dejando atrás a otra víctima más, pero no he parado de pensar en ello...
Y no os voy a engañar, sigo pensando lo mismo cuando veo ese cartel, y no cuando veo a una gorda fea, lo que me convierte en una pieza más de todo esto (y el que diga lo contrario miente más que habla, y es más falso y más cerdo que yo), pero al menos lo denuncio.
Tal vez si nos empeñasemos todos en ser gordos y feos, no nos apresuraríamos luego a ir por la calle diciendo "este sí, este no", y trataríamos de conocernos mejor unos a otros...
Qué potito...
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Por último, ofrecer una recompensa por la cabeza de la autora de esta cosa (Qué bien te ha quedado el Legolas, jodía...)

Mira lo que hace Somófrates a las 12.30.03 12:48



Cosonísimas:

Todavía faltan Towsend,Efedito,Tania y Adriwan...

Mira lo que hace k-c

¿Seguro que no le vendiste la historia de la piscina a Kevin Smith? :-) Supongo que sería por dos talegos; la alternativa es más complicada de imaginar...

Mira lo que hace Manu

No, te aseguro que no le vendí la historia a Kevin Smith.
De hecho, cuando ví Mallrrats me acordé (obviamente) del suceso. Al parecer no esun motivo de defunción tan exótico...

Aunque, bueno, lo de Kevin Smith es ciencia ficción, claro. ¿Quién se creería una historia tan absurda como Chasin' Amy?

Mira lo que hace Somófrates

Mmmmmm...puede que la gorda aquella también pensara en calzarse a la del anuncio.

Mira lo que hace Bocatatun

/me levanta el suelo del blog y esconde el polvo en la alfombra

Mira lo que hace T is for TITUS who flew into bits

Yo también he pensado en lo de la gorda fea que seguro se sentía atraída por la del anuncio. Yo me he sentido atraída por el trapito que lleva la chica, porque nunca lo podré llevar puesto.

Mira lo que hace Rear Window