Y de repente llega un día, de vez en cuando, con una frecuencia no muy concreta, en el que ya no me apetece compartir ni tiempo ni espacio con nadie. No se trata ya de recibir un trato agradable o no; se trata de que tener a alguien respirando a menos de un metro de mí me irrita. Tener que mantener aunque sea un puñetero silencio con alguien que está conmigo me enfurece. ¿Y si me apetece ponerme a andar en círculos? ¿O tirarme un rato a ver las nubes?
No sólo me irrita el tener que llenar ése espacio y ese tiempo con algo, me irrita que cuando yo acepto el hecho de lo banal del esfuerzo, son las otras partes las que hacen eso mismo. ¿Qué coño esperan? ¿Un puto "ja ja"? ¿Un comentario sobre el tiempo? Oh, no, claro, ya lo sé: ingenio. Humor. Complicidad.
No soporto tener que soportar a nadie. De repente se vuelve un suplicio el tener que hablar con un compañero en la oficina. De acuerdo, llevamos tres años juntos. De acuerdo, nos hemos hecho amigos. De acuerdo, hemos salido de juerga más de una y de dos y de diez veces. Y hasta tenemos un millón de batallitas que recordar. Pero, cojones, si te aburres no es mi puto problema. No me apetece tener que seguirte la conversación, no me apetece reír contigo hoy, no me apetece romper mis procesos mentales por atenderte a tí.
Dejadme crear. Crear para mí mismo. Por un momento todo el mundo se me antoja monstruoso y obsceno. Desagradables. Quiero estar sólo, quiero vomitar pensamiento tras pensamiento, quiero pintar, quiero crear un millón de cosas y luego ver cómo se oxidan, cómo se erosionan y cómo se desintegran. Quiero que el tiempo lo corroa todo, que lo reduzca todo a carcasas vacías y deslucidas, y que la tierra absorba el humus resultante.
Nunca he sido capaz de ver la belleza que se les supone a todas las personas. No obstante, sí soy capaz de odiar de vez en cuando a todo ser humano por igual. Y en días como este puedo decir que me inspira más confianza un perro que cualquier persona.
Un sentimiento pasteurizado que me llena de pasión por mí mismo. Un impulso atroz por devolverle al mundo, con todo mi amor y todo mi cariño, el resentimiento y el desprecio que ha volcado sobre mí multiplicado un millón de veces.
No veo el momento de salir de aquí y recluírme en mí mismo. En estar tranquilo y reconfortarme. En dedicarme tiempo sin que nadie me importune. Sin que me miren, sin que me desprecien, sin que me admiren, sin que esperen nada de mí, sin que me juzguen y sin que intenten hacerme daño constantemente con tal de demostrarse algo a ellos mismos.
Es todo tan grotesco. Tan horrible. Tan inherente a ellos mismos. Tan inevitable. Aceptad vuestra miseria de una maldita vez, joder.
Dejadme en paz, coño. ¿Qué esperáis de mí? ¿Qué cojones queréis? Vale, de a cuerdo, habéis ganado. Sois todos muy graciosos, y muy ingeniosos, y muy listos, y muy guais, y folláis mogollón. Sois, en general, unos putos figuras. Pero por lo que más queráis, dejad de forzar mi paciencia. Dejad de buscarme. Ahora volved al agujero del que salgáis cada uno y a mí dejadme en paz de una maldita vez.
Bienvenido al club de la montaña rusa...
Mira lo que hace AnakinetYa te pondre firmes yo esta noche...
Mira lo que hace El Hombre MaloMe están entrando ganas de darte dos leches, o de echarte un vaso de agua helada encima, o de depilarte las ingles con cera hirviendo (será porque te llamas Alejandro o algo)
Deberías haber quitado los comments también de este post, así no me hubiera puesto tan violenta.
Yo estoy cumpliendo con mi parte. Mira alrededor. ¿A que no estoy a menos de un metro de ti?
El post que hay debajo de esta mierda que has escrito es uno de los más hermosos que he visto nunca en internet.
Mira lo que hace HarlemTan sólo era un ejercicio de estilo.
Y es que esto de los blogs es un invento del diablo...
vale, estas con la menstruación
Mira lo que hace apio, la silenciocaMmmm...tanto tiempo sin entrar aquí y ahora no se que puñetas ponerte. Como no me gusta hacerte la pelota, mejor te digo que pases de todo y te hagas un muñequito de trapo.
O algo.
Saludos y gracias por las visitas, me hacen muchiiiiiiisima ilusión.
Os repito que tan sólo se trataba de un mero ejercicio de estilo...
Mira lo que hace SomófratesYa nos sabemos eso de 'ejercicios de estilo'...
Mira lo que hace Aranluc