Y de postre galletines

El Terminal

Ayer fuí al cine a ver la última de Spielberg. Esperaba bastante menos. Me gustó. Sin embargo, es demasiado fácil hacer una película con un personaje tan simple, ingénuo, y (sigh) bueno. Sobre todo si todo lo enmarcas en un maravilloso mundo Disney.

No voy a contaros la película, tampoco es una historia tan tremenda. De hecho, si podéis esperar a verla en el videoclub, mejor. Lo que sí que voy a comentar es lo absurdo de centrar toda la trama en lo bueno que es Tom Hanks. Esto es, según Spielberg, si eres un buen hombre, de principios, y todas esas cosas, podrás protagonizar una entrañable historia donde la azafata encarnada por Zeta-Jones se fijará en tí, donde la gente te dará comida aunque no tengas un centavo por hacer de intermediario entre el modesto empleado inmigrante enamorado y la agente de aduanas (que es fan de startrek, incluso sin usar una talla 50 de pantalón), en la que todo el mundo acabará colgando papeles con tu mano fotocopiada por un aeropuerto, y hasta te regalarán cámaras digitales en los duty free por ser una persona tan maravillosa.

Menos mal que Spielberg a la primera de cambio nos enseña al protagonista santiguándose (ya se sabe que en esos países del Este hay mucho musulmán descontrolao), porque si el tipo en cuestión se pusiera a rezar a la Meca a las siete de la mañana en la sala internacional del aeropuerto de Nueva York, a los veinte minutos acababa el film con el culo de Tom Hanks en Guantánamo.

Mira lo que hace Somófrates a las 10.13.04 15:15