15. november 2004

El juego de la galleta: modalidad olímpica ¡YA!

Me decía Irenerl anoche que, debido al concentrado de nestea y los cafeses, le estaba costando conciliar el sueño. Si su partenaire no fuese amigo, a la par que vecino (en la escala madrileña, cuatro paradas de autobús hacen vecinos), le habría dado un par de sugerencias para caer agotadita. El caso es que no sería más de la una y media cuando me retiré a mi ataúd, y allí la dejé a ella, solita y desamparada en el messenger. Pues bien, la última vez que miré los luminosos números verdes de mi despertador antes de dormirme, eran las cuatro de la mañana. Y es, precisamente, en estos estados de flaccidez cerebral y privación de sueño cuando más me apetece escribir (la calidad con que lo haga es tema aparte).

Sin más, necesito pedir un favor a todas las lectoras de este, mi blog. Vuestro blog (esto es ya como la casa del Señor, o el coño de la Bernarda). Por favor, necesito un momento de privacidad e íntima sinceridad con mis congéneres masculinos. Este post es para vosotros, hombres del mundo, compañeros, camaradas, obreros de encallecidas manos. ¡Oídme!

Desde que era un churumbel se me educó mucho y muy bien, llegando a la electroterapia como ayuda con los conceptos menos susceptibles de ser asimilados por mi tierna mente (los médicos insisten en que este es el motivo por el que nunca recuerdo qué día va detrás del mártes, pero qué sabrán ellos). Entre los valores y principios que se me inclulcaron, hay uno que luce y brilla con intensidad: la igualdad entre sexos.

Todos hemos oído terribles historias sobre tiempos pasados y lejanos, en los que el ser humano, y más concretamente los hombres, debido a una evolución no completa aún de algunos de sus patrones cogniscivos, proferían indecibles torturas y desprecios por sus compañeras. Lejos quedan para nosotros, los jóvenes bien educados, todos aquellos atropellos que tan sólo han llegado a nuestros oídos de boca de nuestras abuelas -algunas, incluso, subyugadas convencidas a propia voluntad-. En nuestra mano está el enterrar de una vez por todas estas retrógadas prácticas de género.

Difíciles son los abstáculos que para ello se nos plantean. Primeramente, el mal entendimiento de esa supuesta "liberación" de la mujer. Ahora el último grito en feminismo es imitar los vicios y actitudes del macho de mediados del XIX. "Discriminación positiva" lo llaman algunos preclaros. Que se la metan dónde les quepa.

El hombre es un valor a la baja. Ahora se nos exige a nosotros, desde los valores sociales, que empecemos a adoptar rasgos del yugo que antaño maniataba a nuestras compañeras oprimidas. Y no, no me refiero a planchar, que eso nos jode tanto a unas como a otros, pero hay que hacerlo de todas todas. Se nos coloca también en la vitrina de los objetos. Estamos cayendo en picado hacia un abismo de "peelings", masajes linfáticos, maquilajes y sutiles sensibilidades, que a poco están de forzarnos al travestismo. Hasta el punto de que ser un hombre hetero ya no mola.

En el campo de las relaciones, siempre hemos sido permisivos. Los valores de antes se mezclan con las circunstancias del ahora. Hemos cedido el poder del sexo. Con la humildad y permisividad que nos caracterizan, que a veces parece que las cosas ni nos van ni nos vienen. Y eso es porque ni nos van ni nos vienen (sí, en ese aspecto somos bastante simples). Pero, ¿a caso vamos a dejar que nuestra dignidad se venda tan barato? "Pues sí", dirán algunos, sino todos. Y me parece normal; yo tampoco estoy por complicarme la existencia. Sin embargo esta vez no es por nosotros. Vamos a trabajar POR ELLAS.

Amigos. Compañeros. Camaradas. Ha llegado el momento de plantar cara. ¿A caso nosotros no tenemos derecho a ser egoístas de vez en cuando? ¿A caso nosotros no tenemos derecho a ser caprichosos? ¿Cuántas veces nos hemos permitido el lujo de decir que no? Pocas, hermanos. Pocas. Y es que ni nos va ni nos viene.

Es por esto, que por el bien de la raza humana, el porvenir de nuestra vida sexual, y por la verdadera igualdad entre hombres y mujeres de este planeta (en definitiva, personas todos), hago un llamamiento mundial a todos mis congéneres para proponeros:

DICIEMBRE DE 2004, MES MUNDIAL DE MANDAR A TOMAR POR CULO A TODAS LAS TÍAS.

Valor, camaradas. Valor. Lo hacemos por ellas y por un mundo mejor para las generaciones venideras.

¡Resistencia!

Mira lo que hace Somófrates a las 11.15.04 14:12



Cosonísimas:

Muy bien tio, es la hora de dar por culo a las tias, da igual q se porten bien o mal con nosotros, da igual que pasen, que no nos quieran tocar, besar, chupar....
que no tronco que no, que paso, que yo soy muy macho y tal, tu ya lo sabes (te deslizo distraidamente 50 lerus en el bolsillo), pero es que me tengo que ir a casa, que como se entere mi señora tiburona que estoy de cañas con un revolucionario me da de collejas. De todas formas esto no se lo cuentes a nadie, porque lo voy a negar y ya sabes que puedo ser muy malo...

Mira lo que hace ElectronicShark


Mal de amores!!!

Mira lo que hace Princesa

¡Ah! ¡Una mujer! ¡Y ha leído el post!

¿Veis? Si es que no se puede ni confiar en ellas...

PD: No es mal de amores. Son gases...

Mira lo que hace Somófrates

XDDDDDDD
Pues te has quedado sin la Internacional de Tortitas Con Nata que tenia preparada para despedir el año. Hasta enero no hay tortitas ni cristo que lo fundó. Y da gracias que la Enorme Tarta entra en el pack-noviembre.

Mira lo que hace Comando Postre

¡Miradlas! ¡Ya están! ¡Todas confabuladas!

¡La conspiración juedo-estrógeno-masónica!

¡¡AAAAAAAAAAAAAAARGH!!

Mira lo que hace Somófrates

El noble oficio de mandar a tomar por culo. Dí que si Irene, yo ni tenía que haberle hecho la cabecera, ni haberle hecho el blog, ni el cromosomo...

Mira lo que hace K-c

Eres un blando. Yo llevo predicando en el desierto un mínimo de cinco años de abstinencia masculina por decreto. Eso sí que nos haría recuperar las riendas del asunto, aun a riesgo de aumentar el porcentaje de lesbianismo en un 2000%.

Mira lo que hace Paquito

No, si yo no quiero recuperar ninguna rienda.

Preisamente, es que paso de riendas.

Paso mogollón.

Mira lo que hace Somófrates

Joé masho... Estaba yo dándole las vueltas a lo mismo últimamente... Y no es por ponerme a contarte mis cuitas.

Pero espera un momento... ¿No será esto un truco para convencernos al resto y quedarte tú con todas? ;-)

Mira lo que hace Lobo

¡¡Maldición!!
Me han descubierto...

Mira lo que hace Somófrates

AJjaajjajajajaajajajajajaja. Genial. Lo siento, no he podido evitar leerlo pero ha estado genial. Oye, intentadlo, a lo mejor os sale bien la huelga.

Mira lo que hace Trit

"un mesecillo a pajas lo hemos pasado todos"

¿sólo un mesecillo? qué bien os lo montáis algunos, joder. yo llevo ya más de un añito...

Mira lo que hace con sangre