19. jaanuar 2005

No te escondas, que es peor

Venga, va, que al leer el comentario de Lua me ha entrado el gusanillo; os voy a contar mi "por qué no" de lo que es una venganza.

Dicen que la venganza es un plato que se sirve frío. Y yo os digo que hagáis la prueba a meter un perolo de caldo de pollo en la nevera durante dos días y luego os lo comáis, a ver qué os parece.

La venganza es un plato que ha de servirse caliente, pero que por reservas de vivir en una sociedad legislada en parte por poderes punitivos muy a tener en cuenta, pues uno ha de cortarse un pelo. Pero nadie me puede negar que es en el momento en el que se te revuelven las tripas y te pican los ojos cuando mejor te podría sentar el agarrar un hueso del suelo, cual mono a lo 2002: una odisea en el espacio, y liarte a zurriagazos. Pero como no puedes, porque eso está muy feo, pues te limitas a decir "¡volveré, Gadget!" mientras acaricias a tu gato a bordo de la capsula de escape de emergencia de tu base submarina secreta que está ahora mismo saltando por los aires.

Venga, va, reconocedlo. Todos hemos revivido en nuestras mentes esa hora "H" de ese día "D" que todos hemos tenido alguna vez. Y nos machacamos "cagontó, tenía que haberle dicho tal o cual cosa", o "joder, si es que le tenía que haber mordido la cabeza". Pero, admitamoslo, no somos el jinete pálido, y nuestras vidas no están guionizadas por Tarantino, ni dirigidas por John Woo.

Yo, personalmente, sólo he regalado dos güantazos sin agresión física previa hacia mí. El primero fué un alluuuuuken contra una pared de ladrillo, y evidentemente me ganó la pelea destrozándome los nudillos. El segundo fué más un empujón en la cara de mi interlocutor (que lo sentó de culo en el suelo) más que un golpe en sí, y me arrepiento de haberlo dado. No me siento para nada orgulloso de ello. Pero me sentó jodidamente bien, coño. Lo hice en caliente, en el fragor de su pretensión por humillarme. Fué (lamentablemente) épico.

Ahora bien. Servir la venganza fría. Para esto te tienes que tragar los tropezones de grasa helada que hay flotando en el caldo de pollo que metiste en la nevera. Y aguantar las arcadas. Es por esto que, por lo general, y más rápido aún que las ansias de venganza, lo que se enfría es el recuerdo mismo de la ofensa. Y llega un momento en el que ni piensas en ello; se te ha olvidado. Pasas de todo y a tomar por culo. Que se tome el caldo helado su puta madre.

Sin embargo, existen cuatro excepciones a esto, a saber:
1.- El malo secuestra a tu novia en Chinatown para sacrificarla en una misa satánica y, no contento con eso, además te roba tu camión de dieciséis ruedas.
2.- El malo mata a tu mejor amigo, que es negro, y además le quedaban dos días para licenciarse y volver a su hogar en Missouri, donde juntos íbais a montar una cadena de túneles de lavado con chicas en top-less cuando terminase la guerra.
3.- Un principe troyano caprichoso convence a tu mujer para fugarse con él con nocturnidad y alevosía, dejándote en evidencia ante los súbditos de tu nación.
4.- Realmente ALGUIEN TE HA TOCADO LOS GÜEBOS. Y cuando hablo de tocar los GÜEBOS me refiero a cosas como perder un hijo o que te rayen el CD 2 del baldur's gate.

En esos casos sí entiendo que alguien dedique su vida, sus fuerzas, su salud y su esfuerzo a algo tan poco práctico como es joder al prójimo en plan psychothriller.

Pero, por lo general, vengarse es un rollo patatero. A mí ganas no me faltan, pero siempre acabo por no practicarlo si es en frío, o por largarme a mi casa antes de tener que hacerlo en caliente.

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Mira lo que hace Somófrates a las 01.19.05 16:44



Cosonísimas:

Lo peor de hacerlo en frío es que para cuando la ejecutas tanto la venganza como el motivo han perdido su contexto y quedas como un bastardo rencoroso.

En caliente la aceptación general es mucho más positiva.

Mira lo que hace Adrián

Ay tu sOmO...en fria es una cosa bastante asquerosa y en caliente no suele ser lo más adecuado, aunque coincido contigo, descansa un güevo...Lo de "le tenía que haber dicho" lo llaman el "reflejo de la escalera" ¿por qué será??? La venganza en caliente siempre tiene a mano el atenuante de locura transitoria ;)

Mira lo que hace mOe:)

A mi me encanta vengarme. Además de ser una cochina rencorosa soy vengativa. Y no me importa lo que digan por ahí...antes muerta que sencilla...nanana

Mira lo que hace K-c

He de decir que estoy deacuerdo con Somo. O en momento en plan kamejame, o después no merece la pena.

Mira lo que hace Zet

Imaginate que en vez de caldo de pollo, es una tarta... la cocinas, la sacas del horno la dejas enfríar y luego te la comes.

También dicen que a buen hambre no hay pan duro, así que si realmente quieres te comes el caldo de pollo con sus tropezones de grasa, seguro que sería más satisfactorio en el momento de haber sido cocinado, pero entonces te quemarías la lengua...

Mira lo que hace MiChAeL