21. oktoober 2003

¡Mirad allí! ¡Un título con tres cabezas!

Últimamente me zumba demasiado el sentido arácnido. Esta misma mañana, por ejemplo, me he insta-despertado con gesto felino, me he incorporado con un imposible salto que me ha hecho volar varios metros y he aterrizado gracilmente frente al despertador, impidiendo con un suave gesto de mi dedito que este empezase a sonar en el mismo instante que marcaba las seis en punto de la mañana. Hasta me ha parecido escuchar de fondo una breve fanfarria de flauta junto a un gong. Hoy me siento zen.
Y es que gracias a todo el sufrimiento que mi madre me hizo pasar en mi infancia, superando cada catarrillo y constipado a pelo y sin medicación alguna, suplicando con ojos llorosos por una aspirinita infantil todos los inviernos, estas cosas ahora me afectan poco. Y cuando lo hacen (como ayer) me sobrepongo rápido a sus perniciosos efectos. Hoy tan sólo me quedan los ojos llorones, una fosa nasal en reconstrucción y un leve picor de garganta (aunque este creo que ha sido a causa de los nachos con picante que me zampé ayer con el Gablin...) Calculo que para las 13:26 de hoy, todo habrá remitido.
Tengo unas ganas de cruzarme hoy con una mosca para hacer la chorrada del señor Miyaghi con un par de bolis bic, que pa qué...

Ayer, por fín, estrené cámara digital. Eso sí, no hice ni una miserable foto, aunque la lista de "tonteridas fotgrafiables" no es corta; desde mi gato para enseñárselo a k-c hasta la bañera del cuarto de baño de mi padre para dedicarle un post enterito en este blog...
Lo que sí hice fué enchufarla al ordenador y usarla como webcam. Es de estas chorripolleces que cuando consigues que funcionen se te queda cara de bobo y te pones a pensar "¿y esto para qué prepucios vale...?"
Lo peor es que toda la gente que te ve el careto amenaza con ponerse también la suya. Y hasta dicen de ponerse altavoces y micrófono. Y digo yo, que si cambiamos el messenger por una videoconferencia,... ¿¡de qué cojones vamos a hablar!? Con lo bonito y mentalmente saludable que son las conversaciones de tres sílabas por minuto, por el amor de dos...
En fin, todo sea por ver a Germán y a Irenita hacer cochinaditas en riguroso directo.

Sé que ayer debí haber escrito aquello de que los hombres, cuando nos perdemos, somos incapaces de preguntar a alguien por una dirección. Pero mi orgullo me impide hacerlo hoy tampoco.

Mira lo que hace Somófrates a las 10.21.03 10:05



Cosonísimas:

Bueno, pues lo diré yo. No sé si será todos los hombres, pero, desde luego, los que YO conozco son INCAPACES de preguntar a alguien por la calle cuando se pierden, aunque no tengan ni puta idea de donde estan (Claro que esto se debe a que no reconocerán nunca que se han perdido) :PPPP

Mira lo que hace Tanita

¡Desorientarse por un periodo de tiempo inferior a medio minuto no cuenta como "perderse"!

(Ya verás qué bien te lo vas a pasar en Barcelona teniendonos de guía a mí y a la chica que suele tener dificultades en encontrar su casa :D)

Mira lo que hace Formerly Known as Eme A

¡YO PREGUNTÉ! ¡Y SOY UN TÍO MUY MACHO, QUE ME LO NOTO YO!
Además, me dirás que te lo pasaste mal...

(EmeA, primary Mission objective: El barrio gótico. Sin brújula. Que sufra.)

Mira lo que hace Somófrates