12. november 2003

El día menos pensado empezaré a hablar de autobuses.

Torre esperaba dentro del coche, con el motor apagado. Hacía días que no se afeitaba y llevaba una camisa de colores chillones por fuera de unos pantalones de pana verdes de lo que en tiempos debió ser un uniforme. Le gustaba descalzarse el talón de las zapatillas cuando apollaba los pies en los pedales. Acababa de salir de casa y tan sólo había desayunado los restos de una bolsa de patatas fritas, y casi no había dormido. Él siempre se acostaba tarde, pero esa mañana debía de estar allí a esa hora. Aunque el ambiente era frío, el cielo estaba despejado y el sol empezaba a dejarse ver, haciendo que los edificios de la calle proyectasen sombras alargadas. Torre sostuvo el porro que estaba liándo con una mano, se reclinó en el asiento con cierto gesto de esfuerzo en la cara, y sacó las gafas de sol de la guantera.

Al tiempo que Torre daba las primeras caladas y observaba cómo los del camión de la basura hacían su trabajo a pocos metros, Alfil apareció al otro lado de la calle. Serio, como siempre, y con aire meditabundo. Llevaba la chaqueta sobre el hombro, asiéndola por el cuello con los dedos de la mano derecha, y la izquierda en un bolsillo. Miró a ambos lados de la calle y cruzó hasta llegar al coche. Abrió la puerta, tiró la chaqueta en el asiento de atrás, y se sentó mirando al frente.

Torre. Ey, qué pasa tío...
Alfil. *Resoplo*
T. (pasándole el porro a Alfil) Ten, anda. Me alegro de verte.
A. (fuma con dificultad) Sí, ya...
T. ¿Te encuentras bien?
A. (tose levemente) Es sólo que dejé de fumar hace tiempo, ya lo sabes.
T. No me refiero a eso.
(unos segundos de silencio mientras Alfil suelta algo de humo y mira fijamente el porro)
A. No lo sé.
T. No quiero ser puñetero, pero ya te lo dije. Ya lo sabías. Siempre ha sido así.
A. Sí. Supongo que soy un cabezota.
T. ¿Por qué pensaste que iba a ser diferente esta vez?
A. Supongo que olvidé. Creí que a lo mejor había cambiado. Creí que esta vez... Ha pasado tanto tiempo...
T. El mismo error.
A. El mismo puto error. No lo entiendo.
T. No hay nada que entender. Tan sólo tenerlo en cuenta. Siempre es así, no importa el por qué.
A. ¿Y tú? ¿Qué has hecho todo este tiempo?
T. Aburrirme.
(Alfil saca de su bolsillo una pistola, la descarga, baja la ventanilla del coche y la tira a la calle)
A. (mirando por primera vez en toda la conversacióna Torre) Volvamos a casa...

Alfil, Torre y el coche salieron volando y se perdieron en el cielo.

Mira lo que hace Somófrates a las 11.12.03 11:29



Cosonísimas:

Deberías dejar de jugar al Vice City.

Mira lo que hace Towsend

No, tú deberías dejar de jugar al Vice City.
Yo ahora juego al Max Payne 2...

Mira lo que hace Somófrates

¿Habeis jugado al GTA3? Dios como echo de menos atropellar a la gente y pegarla patadas en el suelo.Ejem.

Mira lo que hace k-c

Pero no era ajedrez? ... sob ...

Mira lo que hace Haditjé