Es tradición que los días 24 y 31 de Diciembre en la oficina el jefe nos mande a casa a eso de las doce del medio día. Gesto muy navideño y de agradecer por parte de todos los que estos días ni cogemos vacaciones ni nos vamos a ninguna parte.
Sin embargo, como yo estas navidades paso de provisión a supervisión, mañana me tocará quedarme a pringar hasta las seis y media de la tarde. Espero que al menos por allí también me paseen unos polvoroncitos o un poquito de sidra (como hoy, que no son ni las doce y ya llevo dos vasitos de vino...)
Lo que peor llevo de pasar las navidades "trabajando" son los villancicos. Algo malo tenía que tener el invento este de los mp3, y es que cualquier persona en el edificio con unos altavoces puestos en el ordenador está empeñada en regalar a nuestros oídos un campana sobre campana.
Eh, lo siento. Tengo que quejarme, es mi sino, soy el gruñón ocurrente de la oficina. (Al final, cuando me cantan a coro el chiquirriquitín, me dejo conquistar, me dejo... si en el fondo hasta me gusta... pero que esto no salga de aquí).
Creo que ultimamente me he recuperado un poco. Supongo que a raíz de dedicarme algo de tiempo a mí mismo, que falta me hacía, vuelvo a encontrar motivos para silbar en el ascensor cuando bajo la basura. Son los pequeños síntomas de que estoy recobrando mis superpoderes. Por ejemplo, mi rayo destructor de mandar cosas a tomar por culo vuelve a funcionar a plena potencia. Vamos, ayer lo puse en práctica un par de veces, y funcionó a las mil maravillas (y es que una de las partes más entretenidas de trabajar aquí es atender los correos electrónicos de unos y otros...)
Es más, en el último mes, entre la semana de vacaciones y otro tipo de desavenencias, la inspiración me ha arrastrado a escribir mucho, muchísimo. Ahora me planteo el tomarlo como una extravagante rutina nocturna y volver a esos días de mi vida en los que dormir tan sólo suponía una pérdida de tiempo, y animarme a convertir algo tan pasajero en algún tipo de libro. O algo. Al fin y al cabo lo de plantar un árbol ya lo tengo cumplido, y el tener un hijo se puede arreglar en un par de fines de semana con la embajada china.
Si hasta me ha dado por volver a dibujar... Y es posible que después de las fiestas me largue unos días a Rascafría con un hatajo de impresentables a hacer un poco el cabra.
En la lotería de Polar nos han tocado cien euretes por décimo, y en la de móviles el reintegro, de manera que no me puedo quejar. Aunque, refraneros a parte, tampoco me sorprendió mucho. Hace un par de años en el casino de La Toja también saqué un buen pico en navidad. Yo creía que había gastado la buena suerte que me quedaba para el resto de mi vida cuando me libré del servicio militar, pero parece ser que para según qué ocasiones (anodinas y livianas en cualquier caso) aún me queda algo de mojo.
Qué leches... De acuerdo, estoy de buen humor.
Felices fiestas (la navidad que la celebre el papa). Pero que no se repita...
¡¡A COMER Y A BEBER COMO PUTOS CERDOS!!
Me alegro de leerte así de animado. Que dure. :)
Mira lo que hace UruiEs que ayer le pegó razonablemente bien (con los nudillos y a hacer daño) al Hombre Malo del jalapeño & Bombón café (que no café bombón, el de la leche condensada)
Mira lo que hace GablinSí, lo cierto es que le pegué razonablemente bien...
Mira lo que hace SomófratesHaces mal en congratularte en publico de tan detestable acto, pues pensaba dejarlo pasar y ahora no se yo si no te arreare dos o tres de regalo.
Razonablemente.
Mira lo que hace El Hombre MaloJo... Mi Porris me pega.
Pero dá igual; yo sé que en el fondo me quiere. Ya cambiará. Ya volverá a ser el mismo de antes. Estará atravesando una mala racha, seguro...
Al fin y al cabo, sí es cierto que los filetes de anoche estaban muy hechos.
¿Dónde he puesto yo el maquillaje...?
Sí, familia, Felices Fiestas, yo no paro de comer, ejejej.
Hombre Malo!, cuantas veces te lo tengo que decir?, que note manches las manos! ;)
Saludos, saluditos, saludetes
Mira lo que hace Juanc (Lobezno)Bueno, tío. Te arreará dos o tres, que acertando una de cada siete (en movimiento, ojo), hace que es como si no te pegara. O algo
Mira lo que hace Gablin