Y de postre galletines

Delirando.

Según el amigo Towsend, no valgo ni para pillar una gripe. Los dolores musculares y la fiebre están bien, pero donde realmente se vé de qué estás hecho es a la hora de echar la papilla. A mí los espasmos tan sólo consiguen que se me duerman los brazos, no como al bueno de Tow, que se le duerme hasta la cara e incluso se le pone un ojo a la virulé.
Dos días llevo ya encerrado en mi casita, bebiendo aguita y comiendo yogur. Me he conectado de vez en cuando, pero la actividad de por las mañanas en internet es más bien escasa, de modo que al final uno siempre opta por hacer pompitas tirado en el sofá frente a la tele. Es divertido descubrir que desde hace dos años la programación de por las mañanas no ha cambiado lo más mínimo. Excepto por una cosa: Steve Urkel sale con Laura Winslow. La última prueba de que nuestra sociedad se desmorona. ¿Qué será lo siguiente? ¿El Correcaminos siendo devorado por el Coyote? Ya no se tiene respeto por nada, rediós...

Men at Work (2)

Pues sí, básicamente mi trabajo se basa en esto:

Logística

Recursos humanos

(Si en los dos enlaces os sale lo mismo, abridlos con "abrir en una ventana nueva"...)

El hombre es el único animal que tropieza dos veces con el mismo título.

Otra vez lunes. ¿Es que no se van a acabar nunca?
En fin, ayer terminé de leerme los tebeos de Enrico Marini que me prestó Tanita, y sin duda el que más me ha gustado de todos ha sido el Escorpión. En cuanto terminé de leerlo, me dije "en cuanto Germán me devuelva el dinero que me debe, me compro los de Gipsy". Y ayer por la noche Germán me llamó y me devolvió mi dinero, de manera que ya tengo a dónde ir esta tarde.
Por cierto, Tanita, hija mía de mis entretelas, lo de "espiral" es bastante tropical. Rozando lo cosmopolitan, si me fuerzas. Y eso, el tomo gordo, que de los pequeñitos me leí la mitad del primero y los volví a meter todos en la bolsa...

Ayer, volviendo a casa, me paré al cruzar la calle porque el semáforo estaba en verde. En la calle había un coche detenido; el conductor no debió advertir que el disco estaba en verde, y como no parecía reaccionar, crucé. El reflejo de la farola en el parabrisas me había impedido ver el interior del vehículo, pero cuando estaba a mitad de trayecto hasta la otra acera, pude ver a los ocupantes del vehículo. Una pareja jóven (realmente jóven).
Ella estaba llorando apretada contra la puerta, mientras el conductor del vehículo, un chaval de rasgos angulosos (bastante atractivo, añado) estaba ladeado y gritándo a la chica mientras escupía. Yo me quedé parado mirando. Al tiempo que el tipo levantó la mano excitado como gesto de amenaza (la mantuvo, no sé si pretendía dejarla caer), se dió cuenta de que el semáforo estaba en verde, y de que yo estaba allí mirando. El muy cabrón me sostuvo la mirada durante al menos cinco segundos, como diciendo "¿qué pasa contigo?". Y le habría dicho lo que pasa conmigo. Nada justifica una actitud como esa, y menos con alguien más débil que tú. Por mí ese tipo podía morirse de un cáncer de pene mañana, y yo me alegraría. Si hubiese salido del coche no sabría decir qué habría pasado; desde luego no me asustaba que ese crío pudiese darme una paliza. Pero pensé en la muchacha. Nena, no es mi puto problema. La vida pude ser una broma muy cruel; haber elegido mejor, cariño. Creo que hay un teléfono para denunciar estas cosas. Arreglatelas, princesa. Ni si quiera te conozco. Yo me voy a mi casa a dormir.
Y lo cierto es que no he podido dormir muy bien. Lo siento.

La gente vuelve resacosa de Barcelona de ese infecto agujero de vileza y perversión llamado "Salón del Manga". Os lo dije. No digáis que no os lo dije. En ese tipo de cosas no se puede estar en fin de semana; todo está atestado de frikis quinceañeros revoloteando alrededor de tu sana, intelectual, cultivada y elitista afición por lo underground (recordemos: ellos sólo son frikis purulentos que han aprendido un puñadito de palabras en nipón y que no habían pasado del suplemento infantil del ABC cuando tú ya eras un cultureta retro más allá de las fronteras al grito de "¡puños fuera! ¡fuego de pecho!"...)

Lo mismo pasará en el expocómic de Madrid dentro de un mes. Bueno, lo mismo lo mismo no. Esta vez habrá gentuza jugando a las cartas del Señor de los Anillos. Pero por lo demás, sí, todo será manga, las niñas de Carlos Diez (que están para echarles [2D6+1/nivel] polvos sin sacarla a cada una... ¿Qué...? No, yo no soy friki...), quinceañeras disfrazadas de Dios sabe qué cual morcillitas mal atadas, algún autor extranjero que no sabía lo que le esperaba, goteras, Cels "sonrío porque me lo estoy pasando pirata" Piñol y algún fancineroso vociferandote en la oreja creyendo que es un tipo realmente gracioso que merece tus dos euros por sus cuatro hojas mal grapadas.

En fin, a mí no es que no me guste comprar frikeridas y tebedos, pero es que lo hago en mi tienda, y sin embargo en estos sitios se trata de eso: una carpa llena de stands donde te venden novedades que puedes comprar pasado mañana en la tienda de tu barrio. Sin embargo, en la tienda de mi barrio yo no pago entrada...
Bueno, pues es igual, la puta tonterida esta seguirá reuniendo a ingentes cantidades de materia orgánica humana proviniente de todo el país que se agolparán cual borregos en una cola para pagar 5€ a cambio de poder pisotear sin piedad una espantosa moqueta azul mohosa.
El caso es que el viernes fuí a comprar tebedos a mi tienda, y allí estaban las novedades del salón del manga de Barcelona. Compré dos mangas: Lonewolf and comosediga y el número siete de Gantz. El resto fueron todo no-mangas. 78€. Es por ello que propongo celebrar anualmente en verano un "salón del tanga" (de macramé lila, of course), a ver si es posible que los señores editores de estepaisquenosellamapaisquesellamaespaña les dá por repartir un poquito más las novedades que sacan a lo largo del año, que a uno le salen canas cuando pasa una de estas, copón.

Dadme fotos de niñas disfrazadas, y las cuelgo en un post especial "somos otakitas aceituneras" (no, Joaquín, tú no a menos que me traigas una autorización firmada por tu novia, sus padres, un juez, y el holograma del certificado de autenticidad de microsoft del windows XP...)

La mala vida.

Sólo hay una cosa peor que llegar a tu casa la noche del jueves a las tres cuado has de levantarte a las seis para ir a trabajar: llegar a tu casa la noche del jueves a las tres cuado has de levantarte a las seis para ir a trabajar borracho.
Todo comenzó en Avenida de América, y un tremendo atasco que no nos permitió llegar hasta la calle de Jesús hasta las nueve y media, metidos cinco viejos compañeros de trabajo en un Alfa Romeo. "A cenar, a cenar" decía el maldito correo de la semana pasada... Pulpo, angulas, croquetas de raya (no me atreví a preguntar qué tipo de raya es más famosa en las rias gallegas), mejillones a la marinera, chorizos criollos, quesos, lacón, y sabe Dios cuántas cosas más. Y, claro, eso hay que regarlo; a botella de riveiro por testa. De postre, filloas y tres chupitos de orujo (long story...)
Tumbos disfrazados de muñeira daba yo cuando salimos de aquel antro al grito de "¡nunca mais!".
Claro, luego está la peculiaridad de la calle de Jesús: que no es muy larga y hace esquina con la calle Huertas. Toda la calle está llena de gente que intenta pescarte para entrar en un local u otro, sobre todo si en tu grupo hay jembras. Pues nada, nada, licorcitos de manzana por aquí, gin tonics por allá, y algún que otro martini por en medio. Ya se me había olvidado lo lamentable de este tipo de locales autodenominados "bares de copas", donde el pachangueo y el mal gusto abundan disfrazados de altavoces y motivos decorativos varios (había un bar donde del techo colgaban bragas, sujetadores y muñequitos de Shinchan). Si mi infancia no son recuerdos de un patio de Sevilla, sin duda bien lo son de un montón de antros similares donde el garrafón amenaza con dejarte ciego de un martes para otro.
Aún con todo, me lo pasé de puta madre. Estuve a puntito de no ir, porque este tipo de eventos nunca llaman en demasía, sobre todo cuando puedes quedarte tranquilín en tu casita y meterte a las diez en la camita; pero también es cierto que una vez que estás allí, acabas pasándotelo siempre bien, recordando batallitas, haciendo el pallaso y gritando como un energúmeno.
A la vuelta, me acercó a casa Isabel, una chica enamorada de su perro. Un cocker llamado Jipi. Resulta que la muchacha había dejado al perro en el coche porque nunca deja al perro solo en casa (os podéis imaginar cómo estaba el coche por dentro...) El viaje de vuelta, entre historias perras y perros pelos de Jipi, fué una curiosa charla entre voces afónicas.
Mi cama se convirtió en la estación internacional, y ahora mismo mi cabeza amenaza con explotar de un momento a otro, mientras mi estómago no deja de recordarme que debería haberme bebido un litro de leche antes de salir de casa.

Dolor.

Estrenando cámara.

Aquí trabaja Somo

Este es Javi, uno de los compañeros de Somo

Este es Javi2, otro de los compañeros de Somo (el que se ve al fondo es Ricardo, un tipo un tanto tropical...)

Pago diez céntimos por título.

Pues sí, hoy es uno de esos días en los que el trabajo no aprieta y la comida pide reposo. De manera que antes de luchar por manter los párpados abiertos frente a un informe que ya he leído tres veces, prefiero seguir escribiendo polleces aquí.

Resulta que esta mañana he encontrado una pequeña cajita en un cajón de mi armarito. De unos gemelos de Loewe que me regaló mi padre hace tiempo. No sé por qué, pero he salido de casa con la cajita en la mano. Cuando he llegado aquí, había un cubo de gomaespuma de a saber qué embalaje en una caja; y cosas que pasan, no he podido evitar el ponerme a jugar. A ver si era capaz de comprimir el cubo de gomaespuma hasta meterlo dentro de la cajita de los gemelos. Imposible.
Por más que intentaba apretar y apretar, con ambas manos, haciendo mil maniobras, siempre cerca del éxito, era imposible cerrar la cajita sin que la gomaespuma se desbordase intentando recuperar su volumen original. Ha sido bastante angustioso, porque meter toda esa gomaespuma en la cajita de repente se había convertido en una meta urgente para mi existencia sin la cual toda mi realidad corría el riesgo de desmoronarse; y he empezado a suplicarme a mí mismo perdón por no poder contener toda esa horrible gomaespuma.
Os juro que no sé lo que me pasa. Normalmente tengo bastante más destreza con la gomaespuma. Tal vez si hubiese visto una maldita mosca...

Una niña de cinco años le dice a otra de cuatro: "me ha salido un pelo en el coño". Y la de cuatro años le responde: "¿y no te molesta cuando follas...?"
Chistes como este son los que te hacen preguntarte una y otra vez por qué en los restaurantes chinos no te ponen pan para comer, cuando siempre puedes pedir una San Miguel y un flan de postre...
Cualquiera diría que con uno de estos chistes incluso se pueden perder amigos, pero en realidad son un ejercicio de retrospectiva existencial, copón. Hace falta ser mendrugo para no darse cuenta. Por ejemplo, la relatividad del ser y la ausencia de identidad como ente social se pueden ver claramente en el ya clásico "¿Por qué en la historia ha habido tantos pintores holandeses? -Porque han nacido en Holanda". Esto nos demuestra como el individuo medio, junto a su composición química similar a la del porcino, se empeña en pensar y discurir en dimensiones que su propio coco no puede asimilar, pasando así por alto la evidencia más básica y elemental que yace ante sus narices.
Dos presidiarios en la cárcel: -¿Y tú por qué estás aquí? -Porque no me dejan salir...
Yo es que me descojono.

¿Nunca os ha pasado que de repente un día te das cuenta de que estás haciéndo el idiota, que tú no eres así, y que no sabes cómo coños arreglarlo todo? Es que empiezo a temerme que de aquí a un par de días pueda estar en una situación parecida... Y es una sensación muuuuuuy rara.
Hace unos cuantos días dije una frase en plan "que te quieran conocer está bien, pero que te conozcan ya es la hostia". Se me olvidaban los matices, claro. Primero está que tú dejes que de verdad te conozcan. Y luego está la confianza. Y la confianza siempre ha de estar en una balanza, ya que de poco sirve que alguien confíe en tí, si luego tu no confías en ese alguien (o viceversa...)
Todo esto me ha venido a la cabeza cuando me he acordado de un chaval que habita bastante por el Generación X de Fermín Caballero, y que... en fin. Digamos que el chico tampoco es muy diestro con la gomaespuma.

Como dijo Adriwan, ser feliz es un puto coñazo. A uno siempre se le mete en la cabeza el repiqueteo del tópico "para demostrar sentido del humor hay que empezar sabiendo reírse de uno mismo". Digamos que he cometido un desliz (que ya tocaba), y no he sabido reírme esta vez. Rectifico: no he sabido verle antes la gracia al puto chiste. Pero tenerla, la tiene. Ya lo creo...
¿Quién define lo que es normal y lo que no lo es? Nadie. Nadie puede deciros "esto es normal" o "esto no es normal". Simplemente, es lo que hay, y lo que para tí es algo fuera de serie, para tu vecino puede ser el pan nuestro de cada día. Envidiar o querer algo sólo sirve para lamentarse de no tenerlo; cambiad el chip, disfrutad de lo que tenéis y de lo que vayáis consiguiendo, pero nunca jamás os veáis supeditados a querer nada ni a nadie, o acabaréis consumidos por la obsesión.
Nos pasa a todos, joder. No es nada extraordinario. No es nada especial.

Y mientras tanto, mueren no sé cuántos miles de personas en el mundo todos los días...

Me voy a mear.

¡Mirad allí! ¡Un título con tres cabezas!

Últimamente me zumba demasiado el sentido arácnido. Esta misma mañana, por ejemplo, me he insta-despertado con gesto felino, me he incorporado con un imposible salto que me ha hecho volar varios metros y he aterrizado gracilmente frente al despertador, impidiendo con un suave gesto de mi dedito que este empezase a sonar en el mismo instante que marcaba las seis en punto de la mañana. Hasta me ha parecido escuchar de fondo una breve fanfarria de flauta junto a un gong. Hoy me siento zen.
Y es que gracias a todo el sufrimiento que mi madre me hizo pasar en mi infancia, superando cada catarrillo y constipado a pelo y sin medicación alguna, suplicando con ojos llorosos por una aspirinita infantil todos los inviernos, estas cosas ahora me afectan poco. Y cuando lo hacen (como ayer) me sobrepongo rápido a sus perniciosos efectos. Hoy tan sólo me quedan los ojos llorones, una fosa nasal en reconstrucción y un leve picor de garganta (aunque este creo que ha sido a causa de los nachos con picante que me zampé ayer con el Gablin...) Calculo que para las 13:26 de hoy, todo habrá remitido.
Tengo unas ganas de cruzarme hoy con una mosca para hacer la chorrada del señor Miyaghi con un par de bolis bic, que pa qué...

Ayer, por fín, estrené cámara digital. Eso sí, no hice ni una miserable foto, aunque la lista de "tonteridas fotgrafiables" no es corta; desde mi gato para enseñárselo a k-c hasta la bañera del cuarto de baño de mi padre para dedicarle un post enterito en este blog...
Lo que sí hice fué enchufarla al ordenador y usarla como webcam. Es de estas chorripolleces que cuando consigues que funcionen se te queda cara de bobo y te pones a pensar "¿y esto para qué prepucios vale...?"
Lo peor es que toda la gente que te ve el careto amenaza con ponerse también la suya. Y hasta dicen de ponerse altavoces y micrófono. Y digo yo, que si cambiamos el messenger por una videoconferencia,... ¿¡de qué cojones vamos a hablar!? Con lo bonito y mentalmente saludable que son las conversaciones de tres sílabas por minuto, por el amor de dos...
En fin, todo sea por ver a Germán y a Irenita hacer cochinaditas en riguroso directo.

Sé que ayer debí haber escrito aquello de que los hombres, cuando nos perdemos, somos incapaces de preguntar a alguien por una dirección. Pero mi orgullo me impide hacerlo hoy tampoco.

Digest.

Uno hace su vida y entonces le pasan cosas, ¿no? Pues no... La mía viene chunga de fábrica y con la garantía de el corte inglés. O sea, que pasados los tres añitos, te jodes y bailas.

El jueves estuvimos en casa de Yo Verde...
Yo Verde: Venid a la cocina, que os presento a mi agüela. Eso sí, ni un taco.
PPerra: Coño...
Somo: Joder...
Yo Verde: Agüela, mira, unos amigos míos.
Yaya Verde: Hola, hermosos. ¿Qué sois, compañeros de clase de Sara?
PPerra: No...
Yo Verde: No...
Somo: Sí...
-La buena muhé se acerca a saludar más de cerca, y la PPerra hace ademán de darle dos besos-
Yaya Verde: Uy, no. Quita. A mí esas moderneces de los besos no me va.
-Yaya Verde le da la mano a la PPerra. Yo me meo-
Yaya Verde: ¡Anda! Te está saliéndo algo en la ceja. Deberías ir al médico a que te lo viese...
-Yaya Verde señala al piercing de mi ceja-
Somo: Sí, una enfermedad tropical rarita...
Yaya Verde: Bueno, entonces, ¿no vais a clase con Sara?
-Somo se pasa la mano por la perilla y juega a adivinar el grosor de las gafas de la Yaya Verde-
PPerra: No, yo voy a la universidad.
Yaya Verde: Ah, pues entonces olvida lo de antes. Saludemonos como está mandao.
-Yaya Verde vuelve con aire surfero californiano y le ofrece el meñique izquierdo a la PPerra-
Somo (en un irrefrenable pensamiento en voz alta): Mola...
Yaya Verde: ¿Queréis probar el guiso a ver si está bien de sal?
PPerra: A mi la verdura no me gusta (N del A: será para comer, jodía...)
Yo Verde: Tomad pan.
Somo: No debería, pero si insistís...
Yaya Verde: Cuidado, a ver si te vas a quemar.
-Somo, emocionado ante tal grado de "abuelitud", moja pan en la salsita del espléndido ragut de ternera con zanahorias-
Somo: Agüela, este ragut está de muerte...
Yaya Verde: Pues déjalo, a ver si te va a dar algo. ¿Cómo lo ves de sal?
Somo: Lo veo todo estupendo. Igualito al que hacía mi abuela...
Yo Verde: Va, venga, vámonos. Abuela si necesitas algo grita.
Yaya Verde: Hasta luego, salaos.
Somo (en voz baja): ¡Ha dicho "salaos"!

En fin... Mi +50 de bono por raza a tiradas de resistencia contra enfermedades y venenos no ha podido esta vez con el catarrillo combinado de tres malajes que andan por ahí sueltos. Ahora tengo los poderes de todos ellos: la garganta destrozada, dolores musculares hasta en el culo y más mocos que Cazafantasmas 2.

Ayer ví El Mexicano. Tiene algún puntillo; todos ellos alrededor de Johny Depp (cómo no...), pero la película en sí es una mierda asín de grande y asín de tienna. Infame Quique Churches (que, como bien apuntó alguien, tiene más líneas que Antoñito...)

He dedicado la mañanita a leerme Rapaces (mu gonito, mucho bollo en el libro 3, pero una pollada inconmensurable) y La estrella del desierto (esta sí que me la ha puesto dura). Esta tarde leeré los de Escorpión. Cuando quieras te paso la Marini-colección, Towsend...

Temed. Mi cámara digital está próxima. Nada en este blog volverá a ser lo que era (¡arrepentíos, pecadores e internáutas con módem de 56k!)

Sufro bucho. Voy a potar.

From 9 to 5. Más o menos...

He sido un niño malo. Van a tener que darme unos azotes...
Al parecer este blog lo lee más gente de la que en princpio yo creía. Me extrañaba que, habiéndose reducido el número de comentarios que me dejaba la gente, el número de visitas hubiese aumentado tantísimo (no, Tanita, no tiene nada que ver con que tú entre tres veces al día). Al parecer mi egregia prosa, mi egocéntrico exibicionismo y mi fluída palabra han transpasado las fronteras de lo personal, cual zumito de naranja (sin pulpa, claro) en compresa inapropiada.
Hay quién ha empezado a tirarse de los pelos (no me han especificado cuáles) en mi empresa porque un tal Somófrates escribe cosas en internet. Los que me conozcan, sabrán que estos rollos me la ponen para partir almendras, claro. En seguida he empezado a dar saltitos histéricos y a imaginarme iracundas caritas. Bendita libertad de expresión; yo quejándome por no poseer tres o cuatro periódicos, y ahora resulta que son Mahoma y su puta montaña los que vienen a leerme. Y a mi diario personal online, nada menos.
Sabe Dios que no me gusta mezclar los negocios y el placer, pero en el caso de la pornografía laboral puedo hacer una excepción (si me lo pedís por favor, hasta os escaneo una colección de nóminas... podemos hacer un "busca las siete diferencias", incluso...)
Y no es que vaya a abandonar el convento, ni mucho menos, es que cuando me entra la risa tonta se me suelta la tripita. Nada más.

Cierto es que conozco mis lealtades dentro de esta empresa, y hay un par de tipos a los que les debo, cuanto menos, respeto (algún par de gerentes, algún par de jefes de proyecto, algún par de compañeros). Pero eso no quita que por delante y por detrás hayan desfilado una insufrible caterba de lamentables personajillos arrastrando sus miserias -de un lado y de otro-. Que por circunstancias más especiales aún yo, como el niño del sexto sentido, en ocasiones vea muertos, es otro tema. Es, sobre todo, un tema exclusivamente mío (y de un par de fantasmas traviesos...)

Este, damas y caballeros, es mi diario personal e intransferible. Algunas cosas serán verdad, algunas cosas serán mentira, no me importa. Están ustedes leyendo mis impresiones. Recalco ése "mis".
Si a alguien no le gusta lo que escribo, que mire hacia otro lado. Tal vez pueda hacer algo de mayor provecho con su tiempo. Como, por ejemplo, ganarse el sueldo.
Si, por el contrario, el problema es que no está de acuerdo con mis impresiones, venga a la fuente del problema antes de alborotar el gallinero (estense tranquilos, yo no voy a abandonar la empresa para montar otra por mi cuenta con ningún gerente. JOJOJO). Por norma general, tengo los fines de semana disponibles. Mi e-mail (no corporativo) es somofrates@yahoo.es.

Créanme si les digo que, cual guardián de la Cripta, tengo historias que les pondrían los pelos de punta...

PAJOTE.

-Hola Somooooooo Bueno, principalmente no tiene mucho sentido que escriba un texto sobre tí, ya que no te conozco apenas. Pero intentaré extenderme lo mas posible. Por lo poco que he visto y he leido, a simple vista pareces una persona bastante sociable (al menos por la web). Amigo de sus amigos, inteligente y sensible (aunque algunas veces quieras ir de duro ;)). Creo que posees un humor ácido y sarcástico,pero no parece que lo uses para atacar a alguien al menos que seas atacado. Creo conocer a una persona que se parece mucho a tí, (fisica y mentalmente) él es un gran amigo mio ^_^ La parte negativa aún no puedo definirla.Debería observarte mas, o conocerte en persona durante algún tiempo,porque es imposible juzgar sin saber como te mueves. Aunque mi instinto felino me dice que eres un poco orgulloso y algo egocentrico [espero que no me odies por decir eso XD], pero bueno es solo una opinión... Como nota personal y hablando con sinceridad,creo que eres una persona bastante interesante, de esas que llaman la atención por su gran personalidad. Un tío sencillo con sus defectos y claro está,con muchas virtudes. Un saludo. Annita.

Querida K-C: me llamas egocéntrico y orgulloso y me pides nada más y nada menos ¡que no te odie!
Ése cromosomo que me hiciste te salva de la destrucción, pequeña y adorable yonki.
Ya quedaremos algún otro domingo.
A solas.

-Bien, no sé si muchos de vosotros conoceis a Somófrates. No sé haceis como que le conoceis cuando sólo le habeis leído en Dreamers (como yo: Es que en ciertos círculos es muy avant-garde conocerle), o quizá teneis contacto con Él (que ni de coña significa conocer a alguien: doy fe y experiencia de ello). No se nada de esto, porque lo cierto es que me importa un huevo. No he venido a escribir sobre vosotros, malditos idólatras, sino sobre un hombre (aunue Él insiste en auntodenominarse Yogur de Pera), cuyos ciertos aspectos se ganan mi respeto, aunque sé que le dá igual, me trae sin cuidado tal cosa puesto es algo que no puedo evitar. ¿Es el hecho de que regenta Somofratia?, Preguntaréis. ¿Es porque Gablin le es leal y eso intimida? ¿O quizá es que su satírica y barroca prosa que ha creado escuela hasta el punto de que he visto camisetas con frases suyas? Olvidaos de tanta retórica, joder. Es mucho mas fácil que todo eso. Es, como motivo primero, porque he visto esa mala leche que descarga en dosis psicotrópicas, casi letales, contra los pobres desgraciados que van de foro en foro cada X tiempo creyendose machotes por discernir la escatología y hacer partícipe de ello a los que superaron eso cuando debían (en los ambientes selectos llámanseles trolls, el término de toda la vida les designa como Gilipollas). No sucede a menudo, pero cuando sucede mi alienado ánimo recupera el vigor sureño que debería, puesto que no hay nada que disfrute mas que ver a un simple que desconoce su condición recibir su merecido. También es porque desde su blog nos hace partícipes de su humanidad, de sus fallos e imperfecciones, que muestran (aunque sea porque entiendo mal lo que dice) que puesto que la perfeccion no existe, nos queda el autoconocimiento. Puede que sea que la gente interesante no abunda, y que la gente "normal" con sus conversaciones de besugo y sin mas horizonte que lla distancia que entre ellos y la tele, me repele (tengo la suerte de poder decir que todos mis amigos son raros y que lo asumen con orgullo). Pero sencillamente, le duela a quien le duela, lo cierto es que Somo mola, es asi de simple y es imposible eludirlo. Podréis decir que soy un pelota, o que le adulo. Yo también podría mentaros a la madre y cagarme en alguien más en ese caso, porque no es ese mi estilo: simplemente aclaro las razones por las que me molesto en escribir para un hombre al que nunca he visto y que vive a mas de tres horas por carretera de aquí. Ni le envidio ni soy inferior a él en lo más mínimo. Yo soy como soy y él es como es, y me alegro porque así debe de ser. Estas son, en resumen las ditirámbicas chanzas sobre su augusta persona, como el las llamaría, a la espera como estamos de una autobiografía que esperemos se publique póstumamente, o si no tras su muerte (lo que ántes suceda).
Señores (lo de incluir "Señoras y" se lo dejo al PSOE): Ahí queda eso. Heeche.

Si sabía yo que lo del ditirambo me iba a traer jaquecas...
En fin, Pilarín, que sí, que eres un pelota redomado.
Pero a tí no te destruiré en pequeños pedacitos porque me aguantas alguna que otra rallada por el messenger y porque tuviste los dos dedos de frente para abandonar el proyecto imperialista aquél que me contaste...

-El Somo es un tipo del que empecé pensando que era una mosca cojonera para acabar, en unos poco meses, convertido en un tío majo tan calvete como el Lex Luthor de Smallville, en las fotos, pero con mucha más mala baba cuando algo le hace gotear el colmillo. En otro orden de cosas, tiene un drimi de Bill Murray señalando al frente que mola y unos cuántos más del malo de los osos Gummy que quedan, cuanto menos, resultones. Puedes quedarte con la foto, Somo, yo me conformo con un saludo si nos vemos en el Expofriki. Urui Van Nexus.

Ah, no. De eso nada. Aquí vais a comer foto todos y todas (digan lo que digan Heeche o el PSOE).
Y te advierto que el próximo expofresquis no te escapas, por mucho que pretendas escabullirte usando a Kiko como señuelo.

-A él lo recuerdo imponente, sobrio y megalítico, como si una cabeza de Pascua se estuviera dando un paseo por Princesa, apartando a la gente y atrayendo sus miradas por puro magnetismo. Tenía un gato, y sólo le faltaba un buen sillón con su cabezal y sus reposabrazos acolchados, porque creo recordar que, si no un buen globo terráqueo, la copa ornamentada y llena de sangre la tenía por alguna parte. Era el Villano Carismático perfecto.
Cuesta mucho encontrar a alguien con la capacidad de darle a la frase el toque justo de especias para que no salga demasiado sosa, o irritantemente salada, e incluso empalagosa. Cuesta, sobre todo, porque verle desenvainar y desfacer entuertos es complicado, aunque yo sólo le haya disfrutado en persona no más de una semana.
Álex es todo eso y más, camuflado bajo unas gafas de sol demasiado oscuras y envuelto en una camisa de color salmón, para disimular. Podría glosar más sobre él, pero me robó una toalla que me era muy preciada y selló con eso una relación a distancia, de esas que tienen mucho seso y poco sexo.
Bastará, supongo, con decir que tiene Carisma. Y encima sabe usarlo, el cabrón. Adriwan.

No. No te voy a devolver la toalla, inglés de los cojones.
(Aunque con lo de la cabeza de Pascua, al menos, demuestras mucha más sensibilidad que Tanita a la hora de llamarme cabezonnnn...)

-Somo según Juanc (Lobezno)
¿Qué decir a cerca de una persona tan fuera de lo normal?, al decir fuera de lo normal, no me refiero a que sea bueno o malo, sino a que es extraño, es a la vez un tío gracioso, sensible y simpático, y un hombre serio y que se hace respetar. Según el tema que trates con él, podrás observar a dos personas distintas, pero, sinceramente, siempre, actúe como actúe, es buena gente, o al menos eso es lo que a mi me parece dentro de la escasa relación que tenemos. Hace tiempo tratábamos más el uno con el otro, yo me limitaba a ponerle el brazo morado, y él sólo se quejaba y lloraba como una nena, pero ahora, yo he madurado un poco (sólo un poco, lo suficiente para no pegarle sin motivo) y él me parece haberse dado cuenta de ello y en lugar de considerarme un niñato más de Genx, parece que me considera un colega, ¿me equivoco?, yo al menos a él sí.
Ciertamente los textos no se me dan del todo bien (yo soy un tío de ciencias), y menos si son descripciones, pero no puedo decir, o al menos no recuerdo ningún mal rollo o ningún mal momento con Somo, me parece una persona culta, coherente y sincera, cualidades que no todo el mundo posee y que yo admiro mucho.
En cierto aspecto, me veo reflejado en él, porque yo considero que es un tío sensible, pero que no es capáz de dejar aflorar siempre lo que siente por miedo al rechazo, o inseguridad, aunque de vez en cuando sí que lo consiga, todos lo hemos visto en éste blog. Creo que el que lo tenga como amigo, no sabe lo que tiene, tiene un tesoro y debería cuidarlo, si nuestros circulos tuvieran más cosas en común, yo no dudaría en acercarme más a él, pero nos movemos en ambientes muy distintos, así que intento ser lo más colega que pueda de él.
En definitiva, es una persona que merece la pena, al menos hasta el punto que yo le conozco (Que no se te suba a la cabeza lo que he puesto sobre ti, ¿eh?, que no quiero que te pongas tontín, que te reviento el brazo, jajaja.)
Como dije antes, y con esto ya termino, pido mil disculpas por los posibles errores de redacción que pueda contener el texto, y si hay algún error ortográfico, no es culpa mía, seguro que es un error de "lipotimia" (como dirían los grandes Les Luthiers). JuanC.

Qué tío más grande, coño...
Pues claro que somos colegas, perromono. Además, ahora ya no podré meterme con tu piercing de la ceja (eso sí, el tatuaje de Lobezno es pa fusilarte, cachofriki...)

- Bueno... me has mandado escribir algo sobre ti, usease que te haré caso, aunque que sepas que esto me obliga a hacer un gran esfuerzo, por eso de que hace ya casi tres meses que no escribo nada mi musa (o muso) se suicidó hace un tiempo y ya no sé qué hacer... en fin, sólo por que tu me lo pediste, que si no...
Mierda. El otro día solo escribí eso por q me tenía que ir y hoy ya estamos a 9 de octubre y no me viene la puta inspiración...
Bueno, empecemos (no pongas esta primera parte en ningún lao es una especie de introducción o algo):

Una vez conocí a un tío que daba miedo. Le conocí hace casi un par de años (joer, como pasa el tiempo O.O), y en lo que es dreamers era de las personas que más me asustaban. En realidad ahora no comprendo por qué (bueno o sí)
Supongo que siempre daba esa impresión de ser duro y borde, o muuuuy borde, que también... No tuve mucho contacto con el durante el primer año que estuve con los frikis (si, lo eres, lo siento musho), sin embargo hice un par de gilipolleces muy grandes publicando cierta historia que no me gustaría recodar en un sitio donde todos lo podían leer. Estuve a punto de convertirme en un Zadiko cualquiera y empezar a meterme con la gente porque si, y a discutir todo lo que me decían sin pararme a pensarlo. Creo que me recuperé a tiempo (o eso espero ^^U)
Bueno, conocerle un poco mejor (aunque sólo un poquito) fue cosa de curiosidad más que nada. En realidad tengo la sensación de que fue SU curiosidad. Al fin y al cabo, hace meses que no hablo con nadie que me lleve más de 7 años sin que se me hable antes exceptuando a EmeA, mi madre, y alguna que otra persona sólo en alguna ocasión especial. En fin, descubrí que Somo es bueno! (al menos por Internet, por que en persona... ¬¬UUU (no me acuerdo qué pasó, pero algo me tuviste que hacer para que te clavara las uñas en la mano de aquella manera :D))
Jos, ya sé que querías que se hablara mal de ti, pero no tengo nada malo que contarte, me gusta un montón contarte mis penas (si, ya sé que soy una puta quejica ^^U), mandarte mis historias (aunque haga un montón que no escribo), que me cuentes algunas cosas (que son pocas pero algo me cuentas, como yo a ti muuuuy de vez en cuando ^^) y sobre todo hablar contigo, aunque lo que digamos no nos lleve realmente a ningún lao J. Ah! y decirte q no eres malo y que me sueltes eso de que tienes una reputación, y tal y tal :P

Bueno, chico, te mando esto anónimo, por favor, si se te ocurre ponerlo en algún lao no pongas q lo escribí yo, plis ^^, y no pongas lo que he escrito en letra cursiva, vale? Un besazo enorme! (ya sé que es una historia muy corta, pero bueno, la he escrito en 19 minutos mientras leía tu blog, tan mal no está, no? :P)
Anónima.

Mira que te lo digo. Pasa de las musas. Que hoy te acaricia con ternura y mañana se la está chupando a dos negros.
Quieras que no, te he cogido bastante cariño, tía pedorra. No necesitas nada ni a nadie para ser creativa, tan solo te necesitas a tí. Lo creas o no, me recuerdas a mi madre.

-Somófrates uh, uh, mola (No me extiendo más porque dentro de una hora he quedado con una niña y tengo prisa, y no voy a escribirlo mañana porque ya es 15, y un articulista serio y responsable como yo entrega siempre antes de la fecha límite)
EmeA.

Abrazable...

-Alejandro es un niño que aquél día en que decidió encerrarse en su torreón olvidó echar la llave...
German.

Germán es ese niño que aunque su madre encerró en una torre con llave y le alimentaba a base de pasarle tranchetes por debajo de la puerta, un mal día escapó y se vino al lado de mi casa para estudiar periodismo...
Pero es difícil no quererle.
Y con esto, me debes tres líneas de texto, cabrón.

-Primero está Somo. El amigo Somófrates, Azote de los foros, Martillo de trolles. Jamás tuteará ni dará una segunda oportunidad. Le he visto enfarragarse en interminables discusiones electrónico-bizantinas sobre el sexo de los ángeles –literalmente- para acabar callando a sus interlocutores con un innegable argumento de autoridad. Somófrates, el diplomado en gestión de sistemas, el licenciado en ciencias políticas, el doctorado en Periodismo, el Master en Ingeniería de telecomunicaciones. Todo ello y mucho más. Me lo imagino detrás de su pantalla descojonandose de todos y de todo, tirándoles palomitas virtuales a los integristas de la red. Confabulando para echarse unas risas a costa de uno que pasaba por ahí o de la mismísima Santísima Trinidad. Luego queda Alex. Primero y ante todo está Alex. Ni tan grandote ni tan amenazador, con su sentido del humor y su mala leche reconcentrada. Mirandote burlón por encima de sus gafas de sol negras y dispuesto a tomar un café en cualquier momento. Si no existiese Alex, Somo tendría que inventarselo.
Joaquín Towsend.

Se te ha olvidado el "Somófrates, abogado".
Pero entre colegas se perdona todo...
El próximo café me toca a mí.

-ALEXPOSICIÓN
Lo segundo que se nota a simple vista cuando le ves por primera vez es que posee mucha fuerza interior. Silencioso y quieto, casi como una gárgola guardiana, resulta difícil decidir si está enfadado o simplemente pensado.
Cuando le conoces un poco más descubres que eso es solo la cáscara del huevo. Por dentro es una persona tremendamente suave, preocupado constantemente por la gente que le importa, ofreciendo todo lo que está en su mano y dándolo todo incluso cuando siente que no tiene por qué hacerlo.
Esa mezcla entre padrecito y Vader; entre aspirante a padrazo y jinete solitario es una de las cosas que le hacen especial. Solo su cabezonería, su firmeza cuando ya ha tomado una decisión y quizá algún problema en dar marcha atrás lo justo para reconocer que, tal vez, n algún momento o situación, se equivocó le nivela la humanidad.
Alex es una buena persona y no creo que él aspire a ser nada más.
J.

Te ha quedado más gay de lo habitual. Y vas a tiro hecho.
Te perdonaría, pero lo de mezclarme al padrecito con Vader ha sido un golpe bajo.
Mi cabezonería y mi firmeza sólo se ven superados por tus horas de práctica frente al espejo inspirándote en Mike Myers...

-Aunque es un cabezonnnn, le quiero casi tanto como a mi perrica. Sin embargo, lo que siento por él no se puede explicar con palabras (si acaso dándole por culo con una prótesis); por eso adjunto esta imágen.
Tanita.

Tanta sinceridad me abruma. Sabes que aún espero ése bikini que usaste este verano y aún guardas sin haber lavado desde entonces...

Bien, lo prometido es deuda...
Aquí tenéis la foto de... ¡¡MI PENE!!

Gracias a todos por mandarme vuestras polleces. Ha sido la mejor paja de mi vida.

Ale...

Blog interruptus. Cosas de escribir desde la oficina, donde en cualquier momento puede llegar alguien mientras tu escribes en tu blog y te quedan dos opciones: darle a "save" sin ni si quiera poder revisar las tonterías que has escrito, o cerrar la ventana y perder todo lo que llevabas escrito.

¿Por donde íbamos...? Ah, sí. El sexo me intimida. Cambiemos de tema...

Ayer me pasé el día muerto de sueño, deseando que me diesen las cinco para irme a mi casa. Cuando por fin me las dieron, me largué corriendo, y al plantarme delante de la puerta de mi edificio tuve uno de esos momentos "¿pero qué coños hago yo aquí?". Es decir, me levanto a las seis, salgo a currar, desperdicio diez horas del día en ganarme la nómina, y cuando tengo tiempo para mí... ¿me encierro en mi casa?
Cuando me hice a la idea, dormí una breve siesta y planeé verme algunos capitulos de la serie "hermanos de sangre" (la tengo en DIVX en 12 CDs, por si a alguien le interesa) o algún DVD de la pila de "pendientes", me llamó una mala persona, a eso de las ocho, para ir a cenar por ahí. Era el cumpleaños de Alberto. Caprichoso el destino, que hace que acabe cenando con dos ex-compañeros de clase de mi hermano y un par de desconocidos. Y Alberto, claro. En fin, nada que mereciese la pena el llegar a casa a las doce, excepto la breve charla (a solas, como suelen ser las mejores charlas) que tuve con él de vuelta al metro. Un simple momento que llevaba tiempo buscando en el que alguien con un sextante te vuelve a situar en el mapa. Mola cuando vuelves a saber de dónde vienes y a dónde vas; ese sentimiento de agobio o de constante nerviosismo se esfuma. Vuelves a darte cuenta de que el mundo no se acaba esta noche en una agenda del año 96 donde llevas años apuntando nombres y teléfonos de gente que no te recuerda. Y de repente volví a sentirme tranquilo, más o menos del mismo modo en el que me sentí la madrugada del martes. Quizá todo fuese a causa de la falta de sueño. Quizá todo fuese a causa de llevar tiempo sin ver a según qué gente que a veces se me olvida que está ahí siempre para lo que uno necesite. Sin condiciones. Sin reglas. Tan sólo el silencioso "tú y yo" que hace que dos amigos lo sean sin que nadie tenga que preguntarlo.
Que la gente quiera conocerte está bien. Que haya gente que te conozca, éso ya es la hostia. Y ahí sobran las palabras. Sobran los problemas. Porque es fácil recordar quién eres con tan sólo mirarles a ellos.

Luego, más...

El otro día pasaba el porro de una mano a otra, mientras dos viejos amigos se reencontraban en un banco del parque. Confianza rehecha y camaradería. Volvimos a contarnos nuestras vidas, entre caladas profundas, chistes malos y risas roncas y relajadas.
Al tío siempre le ha ido medianamente bien en la vida. Siempre con el dinero justo para pagarte dos cervezas, un montón de camisetas que dios sabe dónde comprará, y siempre un par de chicas monas por las que decidirse. El problema es que la última por la que se decidió era de las que roban toallas en los hoteles de tres estrellas...
"La mitad de las mujeres de este mundo matarían por un tipo como tú", le dije antes de darle una larga calada al porro. "Pero la otra mitad es mía, cabrón", añadí después con la voz ahogada por el humo que hacía que me escociesen los ojos.

Y es que aunque eso de "desgracia de otros, consuelo de tontos" no es del todo mentira, si es cierto que escuchar este tipo de cosas le recuerdan a uno que siempre pueden pasarte cosas peores. Y que siempre, después de la lluvia, sale el sol. Siempre. Tan sólo es cuestión de tener un poco de paciencia y la música adecuada en tu colección de MP3.

La noche desembocó en madrugada (que se joda el trabajo) de recuerdos y una extraña mezcla entre felicidad y melancolía, en la que terminamos por elaborar descabelladas tramas argumentales que desembocaban en la impepinable verdad de que hasta Bin Laden sabía que en el mundo había más tías que amaneceres (chiste privado; no lo intenten en sus casas...)

Ayer vine al trabajo sin dormir, claro. Pero al menos aquí hay buen ambiente, tengo amigos, y un huevo de chorradas multimedia que hacer con un montón de teléfonos móviles carísimos que no son míos. Los miércoles, además, se actualizan los contenidos porno; y alguien debe comprobar que funcionan correctamente.
No me sugiere nada (a menos que yo me lo proponga), y a los diez minutos ni si quiera recuerdo lo que he estado viendo, pero el porno siempre me ha relajado bastante. Es divertido ver como esa gente es capaz de deshinibirse y hacer esas cosas hasta el punto de "mentir" con sus propios cuerpos. Y salta a la vista que todo es tremendamente frío y artificial, pero es admirable comprobar que hay gente capaz de supeditar su metabolismo a su sueldo. No puedo evitar, cuando veo una película porno, que me asalten dudas como "¿les darán tickets restaurante para comer?", "¿tendrán contrato por obra?", o "y en caso de tenerlo, ¿a qué convenio se acogerán?".
Supongo que el sexo siempre me ha "intimidado" en cierto modo, y por eso nunca he sabido si poner a esta gente por debajo o por encima de mí. Quiero decir, que entiendo que es un trabajo tan digno como otro cuelquiera, y que incluso hacen feliz a un montón de gente; pero no sé si para hacerlo se necesitan más agallas que las que yo tengo, o por el contrario es porque tienen un sentido de la integridad o la moral inferiores a los míos.
El sexo en sí es una chorrada impresionante que per sé no vale un duro, pero creo ser de esa gente que disfruta engañándose al ponerlo como techo límite en una relación entre dos personas.
Supongo que es por eso por lo que me asusta que alguien pueda no concebirlo del mismo modo. Me jode que haya quien quiera salpicar y mancharlo todo de realidad. Signifique esto lo que signifique.
Estoy equivocado, ya lo sé.

Me gustaría ser mujer.

Aprovechando que ayer EmeA me permitió ser una "EmeA Girl" -departamento de perras lesbianas-, voy a colgar esta canción de Daniel Higiénico y la Cuartet de Baño Band (sí, me ha dao ahora con estos tíos...):

Me gustaría ser mujer para encontrar papel en el lavabo,
Y no sentirme idiota por no haberme dado cuenta al entrar.

Me gustaría ser mujer y conocer los rincones del cuerpo humano,
Para volver a ser un hombre aventajado en el circo del placer.

Para ligarme a ese payaso y dejarlo después con sus enanos.
Para saber lo que se siente acosada por un pavo real.

Aunque siempre hay el peligro
De convertirme en lesbiano.

Me gustaría ser mujer para ser un chafardero declarado,
Y no andar disimulando y decir que eso a mí no me va.

Me gustaría ser mujer y aprender donde está tu punto flaco,
Para volver a ser un hombre y sorprenderte cada noche otra vez.

Para saber como se vive alquilando cada mes un santuario.
Para poder ser inquilino de tu instito maternal.

Aunque siempre hay el peligro
De convertirme en lesbiano.

Para poder llevar faldita y un huracán entre las piernas.
Sin llevar nada colgando y olvidar las cremalleras.
Y destapar mis pechos blancos (ó negros)
Al llegar la primavera.

Me gustaría ser mujer para tomarme un licor afrodisíaco,
Y salir toda la noche excitando el cuerpo al personal.

Me gustaría ser mujer para poder saber que te ha pasado,
Para volver a ser un hombre y algún día poderte entender.

Para poder hacerte trampas jugando a discutir un rato,
Y llevar siempre ventaja y algún día poderte atrapar.

Aunque siempre hay el peligro
De convertirme en lesbiano.

Para meter todo en un bolso y hacer ver que soy un mago.
Desde un peine a unas tijeras, desde un chicle hasta el tabaco.
Y dejar de ser un mono
Con bolsillos agujereados.

Me gustaría ser mujer
Para poder ser lesbiano.

¡ALELUYA!

No me importa que Mariano Rajoy apareciese durante cinco segundos en no-sé-qué serie petarda de TVE1.
Que sí, que sí. Que antes de que termine el año me he sacado el carnet de conducir, he perdido los veinte kilos y me he metido en un gimnasio. Sé que todos estos propósitos de año nuevo los hago con cláusula de rescisión, la boca grande y le letra pequeña (y sin especificar cuál es el año que ha de terminar), pero es que esto sólo puede ser la señal que estaba esperando del cielo (aka hollywood boulevard):

Habría preferido que el gobernador electo hubiese sido Woody Harrelson... Digooooo, Larry Flint, pero entonces el que pierde los veinte kilos, se saca el carnet y hasta monta su propio gimnasio (o algo) es el Porritas...

Por curiosidad, ¿cómo se llama el actor que hace de Jason Vorhees...?