Y de postre galletines

¡Feliz pajote!

No sé si alguna vez os habéis visto en la resitura de tener que pasar una mañana de 31 de Diciembre en un entorno intencionadamente festivo en una oficina. Yo no lo puedo evitar, y aún a sabiendas de que el lunes voy a volver a ver a la mitad, se me ponen los pezoncillos tiernos. Gente que aguantas o no, en mayor o menor medida, por incompatibilidades, por rasgos de carácter, por roces, por todas esas cosas que hay que aguantarse por cojones, por estar todos ganándonos el pan en el mismo barco. Todos celebrando un día como si fuese especial. Como si de un día para otro toda la carga kármica de la humanidad fuese a hacer borrón y cuenta nueva. Es ingénuo, pero me cuesta no entrar en el juego, y no atiborrarme de jamón ibérico, queso curado y vino tinto, mientras todos nos reímos a carcajadas con las payasadas de todos los años.
Y no por estar en Diciembre o en Enero se deberían de hacer propósitos, ni desear lo que no se ha deseado el resto del año para los demás, pero la reflexión -frívola, innecesaria- es contagiosa. Cosas de regir nuestras vidas por un estúpido calendario, supongo, que hacemos de estas fechas una especie de mojón en la carretra.

Será otro año como otro cualquiera. Para algunos mejor, para otros peor. Algunos dirán que intentarán ser mejores, y otros serán irremediablemente peores. Y seguiremos riendo y seguiremos llorando, y seguiremos conociendo miserias y miserables, y el mundo seguirá siendo por muchísimos siglos una madriguera de egoístas y desconsiderados. Pero bueno, allá cada cual con su vida y su conciencia.

El año pasado por estas fechas, dije en este blog (creo) que no estaba muy seguro de si había sido un año bueno o malo. Fué malo. Este último, pues también, pero menos. Y estoy convencido de que este que llega será, sin ninguna duda, bueno. Buenísimo.

Me voy de casa, no sé si este año entrante, o el siguiente, dependiendo de lo que tarden en hacerme la cueva. Independencia que ya tengo desde hace tiempo, pero que esta vez disfrutaré en mi propiedad. Negocios que vienen, responsabilidades, proyectos, propuestas. Creo que este será el año idóneo para retirar ciertas inversiones y empezar a disfrutar de lo ahorrado. Empezar a gastar con salud, y sobre todo con alegría y buena compañía, este y todos los demás años que han de llegar.

A los que os conozco, tanto a los que dedico mi tiempo como a los que no (lo sé, no tengo perdón de Dios, soy un dejao), tanto a los que trato como si fuéseis mi familia como a los que símplemente toco tangencialmente y de vez en cuando pasais por aquí a leer algo divertido, o morboso, o absolutamente descerebrado, desearos lo mejor de corazón (total, una vez al año no hace daño). Ojalá que tengáis salud, vosotros y los vuestros, y trabajo, y dinero, y gente que os quiera, que es lo único que vale la pena tener de verdad en esta vida.

Aguantad el chaparrón de familiares pelmazos e indigestiones navideñas durante estos días, que viene un año larguísimo para disfrutar y para pasarlo bien. Pasad de rollos raros, reíros mucho. A comer, a beber y a follar, que esto son dos días mal contaos y dentro de cien años todos como yo. Calvos.

Os dejo, que mi jefe está borracho, poniendo a Britney Spears, y contando historias de su puta mili, y hay que hacerle la pelota.

Recordad recibir el año nuevo con un buen pajote, ye olde good Somo style. Feliz año a todos, perromonos.

¡CABALLO DESBOCADOOO!

Andaos con ojo. Ayer descubrimos que el Dios de Oriente es infinitamente más poderoso que el de Occidente. Es más, empezamos a dudar que lo que ha arrasado el Índico no ha sido un Tsunami, sino el rodaje de esta película.

Póster de "Ong-Bak: Como te me pongas tonto, te enchufo".

La película en sí es un truño atómico. Una gilipollez como una casa. Le debieron de mangar la cámara de vídeo a algún turista despistado, y se pusieron a rodar esta cosa. ¡Pero qué hostias! En serio, os lo digo yo, que nunca he aceptado nada por debajo de “contacto sangriento”. El pollo este dice ser el sucesor de Bruce Lee, y aunque yo no diría tanto (noslomismo), sí es cierto que el muchacho es para hacerle una prueba de dopaje, porque las cosas que se ven en esta película no son normales.

Todo va de que en un pueblo de mierda en Tailandia tienen un Buda. Y un tipejo y sus matones, van, y le cortan la cabeza al Buda este, que se llama Ong-Bak, para obligar a los del pueblo a venderle la receta de los rollitos al curri de la abuela Chun Ga, o yo qué sé. Total, que, igual que en el Fallout2, los del pueblo cogen, y mandan al psicokiller este a recuperar la cabeza del Buda y de paso devastar Bangkok a golpe de yoya.

Y entonces hay hostias. ¡Pero unas hostias…! Dicen que no han usado dobles, ni efectos especiales, ni cables, ni nada, y yo me lo creo, porque a cada güalla que se meten, les tiemblan hasta las canillas. Y no hablo de hostias en plan Matrix, no. Hablo de hostias de que el cine entero bramaba enloquecido al ver según qué cosas. Coño, que uno sufría por las hostias que esos seres humanos, sintientes y con sentimientos, se estaban repartiendo. Ya temíamos que, dados los sueldos en Tailandia, aquello no fueran actores. Vamos, que ya nos veíamos al ayudante de producción metiendo en el cuadrilatero a aquellas personitas humanas con un bastón eléctrico de los de conducir ganado, y dejarles allí desamparados frente al protagonista (que se le veía con la barra de súper llena) al grito de “¡luchad por vuestra vida!”. Joder, si hasta se ensañan con uno porque el pobrecito es un politoxicómano birmano...

En fin, que hacía tiempo que no me reía tanto y no me lo pasaba tan bien viendo una película. ¡Qué coños! Hacía tiempo que no me reía tanto y no me lo pasaba tan bien viendo gente darse de yoyas en un plan tan sumamente bestial. De hecho, estoy por comprarme el DVD, que en otros países ya está disponible, sólo para ver las escenas inéditas, y las tomas falsas, porque no me creo que no haya muerto nadie rodando esta cosa. Joder, es que esto en vez de un “director’s cut” debe de llevar un “director’s ultimate evisceration”, por lo menos. O más…

Tiritas navideñas

Los sueños profundos conllevan despertares traumáticos

El corazón humano adulto bombea diariamente una media de sietemil (7000) litros de sangre. En el caso de un ex-fumador con episodios de recaída y ex-toxicómano, y más teniendo en cuenta que en sus últimos análisis tenía el colesterol un poco loco, puede que sea un órgano un poco más rancio, quizá un tanto más negro y usado, y bombee algunos litros más de la cuenta. Pero no los tengamos en cuenta.
El caso es que tres millones quinientos mil (3500000) litros de sangre son demasiados. Y los he desperdiciado todos.

Me han querido dar un consejo, advirtiendome ésa persona que me lo daba, de que era consciente de que de todas todas no le iba a hacer caso. El consejo era que lo dejara estar. Que pasara. Y efectivamente: ni puto caso.

Sé que ya te contesté. Pero quiero detractarme. Olvida mi respuesta (era como... demasiado buenrrollista). Y como si te mando un e-mail, o si te mando un sms, o si te mando lo que sea, te me pones atómica, pues ya sabes: el blog es mío y blahblahblah... Anarroseo, y así acabamos antes.

Fecha: De: Asunto: Para:

Que sé que no arregla nada, sino todo lo contrario. Pero, cojones, qué bien me ha sentado...

HOHOHO!

Cuando yo era un moco, una vez ví a un cocinero por la tele. Era un tío con unos bigotazos de cojones, y uno de esos gorros de papel en la cabeza. Y me dejó flipao. Me moló aquello de ver a ese tío hacer unas movidas tan raras. Era muy creativo todo, como en clase de manualidades, y parecía tremendamente divertido. Coño, yo quería ser cocinero de mayor.
Así que esas navidades me regalaron un juego de cocinitas y uno de esos gorros de papel. Y yo encantao. Primero porque en casa nunca nos regalaban juguetes "grandes" en navidad, normalmente eran algún tipo de detallito (lo cual no quiere decir que mis padres no nos comprasen juguetes, sino que preferían hacerlo en otras épocas del año con más sentido, como antes de verano para que tuviesemos tiempo de disfrutarlos). Y segundo, porque nunca un juguete me había hecho tanta ilusión (a excepción de aquella muñeca hinchable con limpia-fácil que... bueno, eso es otra historia).

Por supuesto, llegado el momento de volver al cole tras la festividad, la profesora nos hace la típica ronda donde cada uno decimos lo que nos han traído los Reyes Magos (por aquel entonces en este país San Nicolás no tenía aún nada que ver con el puto gordo de mierda vestido de rojo de los anuncios de coca-cola). Y la clase al completo se descojonó de mí cuando ilusionado confesaba mi presente navideño, porque las cocinitas eran cosa de niñas.

Traumatizado, no toqué una puta sartén hasta los 16, y fué para no morir de inanición.

Esto me ha venido hoy a la mente cuando en la cafetería ha surgido la clásica conversación sobre la educación de géneros, tan a cuento en estas fechas. Elena proponía vestir a los niños de rosa y a las niñas de azúl, y hacer lo propio con las Barbies y los Action Man; así que yo, en plan abuelo cebolleta, les he contado esta anécdota para hacerles ver que es jodido desubicar ya el lugar de cada cual dentro de esta sociedad de mierda, y les advertí de que ese tipo de políticas podrían provocar que sus renacuajos acabasen traumatizados, frustrados, y llevando una vida de miseria física y espiritual como la del tito Alex. "Y entonces, ¿qué solución propones?", me preguntaron. Y, ¡cojones!, no contaba yo con eso, de manera que no he sabido responder.
Supongo que darles un par de hostias cuando molesten, y ya está. Si el día de mañana tenéis adultos, hombres y mujeres impersonales, cargados de frustraciones y estereotipos, podréis culpar a la sociedad.
En cualquier caso, a mí dejadme en paz, coño. Son vuestros putos óvulos regados, evolucionados y con patas, no los míos.

En fin, la navidad es lo que tiene. De niño a mí me llevaban y me traían, de una casa a otra, de una cena a otra, y dependiendo de eso recibía más o menos regalos (tardé en entender el por qué, claro), y yo sólo sabía que no había cole, que si íbamos a casa de la Tía Herminia me iban a caer mogollón de regalos, que me iría a Valencia de viaje con mi abuelo Ale a comer arroz a banda, y que volvería a ver al tío Tom, ese tipo gordo calvo y con bigote que tanto me hacía reír y que olía tan raro. Pero claro, eso es cuando eres niño.
Desde que mi abuelo murió un día de Reyes no he vuelto a probar el arroz a banda, y todas las navidades las empecé a pasar de hospital en hospital. Ya no había regalos, hacía más frío, y la gente lloraba. Evidentemente esto no tiene nada que ver con la navidad, ni me ha creado una especie de trauma festivo anti-sistema (tal trauma me lo causó La Cenicienta, pero también eso es otra hisotia); pero sí fué un filtro efectivo para ver lo frívolo que puede llegar a ser todo. Creer en la inefable magia de la navidad es como creer en la impepinable magia de los Mártes.
Hace ya un par de años que no paso la navidad en ningún hospital, y lo hecho de menos. No por lo que implica tener que pasarla en un hospital, sino porque por aquél entonces, al menos, cenaba reunido con lo que parecía una familia, aunque fuesen sandwiches fríos del rodilla y polvorones con algún vino de reserva y un champán caro. ¿Queréis saber lo que es de verdad el jodido espíritu navideño? Pues despedid el año en un hospital con algún ser querido enchufado a una máquina de quimio y comiendo pastillas en vez de uvas.
La gente que había allí aquella noche era la verdadera familia, porque las apariencias se quedaron bajo algún árbol hortera lleno de luces junto a alguna chimenea en Las Rozas (por algún motivo parece ser que la selección natural siempre dota a los hijos de puta con una inusitada salud de hierro). La mayor muestra de valor y de fé en la voluntad de la gente estaban en aquellos hospitales durante esos días, mientras el mundo seguía girando entre anuncio y anuncio ahí fuera.

¿Sabéis lo que me ha traído a mí este año el puto gordo cabrón yankee de la coca-cola después de pasarme dos noches celebrando yo solo el nacimiento de su Dios rodeado de botellas de alcohol? Un e-mail de "vete a tomar por el culo" como una casa. Bueno, lo cierto es que me lo podía haber traído cualquier otro día del año, pero ya me entendéis. La única magia de la navidad es poder ver a tu jefe borracho tocándole el culo a tus compañeras.

¿Es esto motivo para desearle la paz a todo el mundo en esta época mágica del año? No, joder, por supuesto que no. Precisamente el verdadero espíritu navideño consiste en desear que este planeta se vaya a tomar por culo de una vez por todas procurando que los fachas y los curas sean los que más tarden en diñarla, y se retuerzan y griten como cerdos del dolor, y que sus córneas sean lo último que el fuego nuclear derrita para que puedan verlo todo con nitidez, y hacer así que el universo vuelva a ser un sitio oscuro y tranquilo sin gilipollas que estén todo el día dandose por el culo unos a otros.

Sólo se me ocurre un motivo por que el que a la gente le dé por viajar con estas condiciones climatológicas y volver a casa en esta época del año y no en otra: comer cochinillo y langostinos por la patilla, e intercambiar frascos de colonia de Hugo Boss.

Jo, y para colmo, el proveedor mundial de prostitutas infantiles del mundo, arrasado por un Tsunami. Mierda de mundo, coño...

En fin, feliz dosmil cinco (y antes de que hagáis una rima, os advierto que hoy necesito un laxante), y próspero episodio tres. Hala, salaos.

No me pidáis más.

Con un rotulador gordo, un boli bic, un mini-lápiz del ikea y sin goma, no me pidáis mucho más...

(Va, que sí, que mañana escribo...)

Españoleeeeees

Extraído de losgenoveses.com

De poder y falta de visión

Ima Sanchís
La Vanguardia
23/12/04, 05.33 horas

- De niño me gustaba jugar con mis amigos de la escuela y tenía un perro que se llamaba Bingo. Nuestra casa era de barro marrón. En sus anillos de bodas mis padres tenían grabada la palabra amor.

-¿Cuál fue la última vez que vio a su familia?

-La primera vez que los rebeldes atacaron la aldea, en la huida perdimos a mi madre. La segunda vez no pudimos huir. Los rebeldes vinieron a casa y le dijeron a mi padre que amontonara todas las cosas de valor y luego que eligiera entre ellas o su vida.

-¿Le sirvió de algo elegir la vida?

-No se lo he podido preguntar, ésa fue la última vez que lo vi, tendido en la tierra suplicando por sus hijos. Quemaron la casa y nos llevaron con ellos como mulas de carga. Yo era muy pequeño, debía de tener nueve años. Nos llevaron a la selva y separaron los niños de las niñas, que eran utilizadas como esclavas sexuales.

-¿Qué sentía?

-Estaba triste, agotado y no entendía nada. Tras días y noches de caminar por la selva, llegamos a la base. Entonces nos metieron a todos los niños -unos cien- en una gran fosa llena de agua sucia durante tres días, sin comer y sin dormir. Nos marcaron las siglas RUF (Frente Unido Revolucionario) con un hierro candente en el pecho y empezaron los entrenamientos.

-¿Cómo eran esos entrenamientos?

-Se realizaban con fuego real y continuamente nuestros superiores nos ponían la pistola en la sien y disparaban, a veces con bala. Lo hacían para que nos acostumbráramos. El examen final consistía en sobrevivir al ataque de los combatientes. O aprobabas o morías. Sobrevivimos pocos. También nos obligaban a tomar drogas y a tener relaciones sexuales con mujeres.

-¿Qué drogas?

-Heroína, djamba (marihuana) y brownbrown, una mezcla de pólvora y cocaína que nos comíamos. Antes de los combates nos hacían cortes en la sien para untarnos esos polvos. Con ellas me olvidé de mi familia y no me daba miedo ir en primera línea de fuego. Los más pequeños éramos los más valientes. Éramos máquinas de matar.

-Usted ha hecho cosas terribles, por ejemplo, cocinar y comerse a un bebé. ¿No tenía concepto de lo que estaba bien y de lo que estaba mal?

-Cuando entrábamos en las ciudades lo hacíamos disparando. Había gente por las calles: gente preparando la comida, gente cargando sus vehículos. Mucha gente. Y no voy a mentir: nosotros hacíamos lo que nos habían dicho, nosotros disparábamos. No nos importaba quién sobrevivía y quién no.

-¿Se hizo adicto a la violencia?

-Sí, todos lo éramos. A la gente que capturábamos le cortábamos las manos, las orejas... Lo hacíamos sobre todo con los soldados, para que nos temieran.

-¿Los dejaban vivos?

-A algunos les colgábamos un cartel en el pecho que decía: "Eso es lo que os va a pasar si peleáis contra nosotros". También les sacábamos los ojos y otras partes del cuerpo. Nada nos importaba. Cocinábamos el corazón de nuestros enemigos y nos lo comíamos. Pero si alguno de nosotros decía que necesitaba corazones humanos, pues los cogíamos sin pensar. Nada nos infundía respeto.

-¿Por qué hacían eso?

-Nos obligaban y, además, hacer cosas malas nos hacía sentir más valientes. También pegábamos a niños hasta saciarnos. Ysí, una vez que nos encontramos a una mujer embarazada, empezamos a discutir si llevaba un niño o una niña en su vientre. Le abrimos las entrañas para averiguarlo y nos comimos al niño. Yo era muy pequeño, no sabía lo que estaba bien y lo que estaba mal.

-No le estoy cuestionando, le pregunto si era consciente de la maldad de esos actos.

-No.

-Pero usted se asustó cuando los rebeldes entraron en su aldea y mataron a la gente.

-Sí, pero cuando yo combatía, a veces durante cuatro días seguidos sin dormir y sin comer, iba volado.

-¿Qué fue de usted después de la guerra?

-Viví en un campo de desarme al que venía a predicar un sacerdote y me fui con él. Aprendí el oficio de soldador, pero no tenía trabajo. El 14 de abril del 2003 supe del programa de la Cruz Roja para niños soldados y me apunté. Allí encontré a muchos niños y niñas que estaban en mi misma situación.

-¿Ha podido olvidar?

-Ahora tengo una vida nueva. Pero me asusta que la gente me eche en cara cosas del pasado. Nadie quiere recordar lo que sucedió, sólo lo hago yo porque me preguntáis, pero preferiría hablar únicamente de futuro.

-¿Por qué ha decidido contar su historia?

-Lo que yo he vivido no podía guardarlo en mi corazón, porque si lo guardas te puede matar. Ahora mi historia la sostienen más manos y pesa menos. Soy una especie de representante de los niños soldado de África.

-¿A quién quiere usted?

-Quiero a todo el mundo, quiero a la gente de la Cruz Roja que me ha acogido y me ha enseñado otra manera de vivir. Si yo hubiera mantenido mi historia en mi interior, no hubiera sido capaz de conocer a gente que me quisiera.

-¿Qué será de usted?

-Me he licenciado de carpintero.

-¿Cree en Dios?

-Sí, pero no en las religiones.

-¿Qué es hoy para usted comportarse bien?

-Cuando vives en comunidad y no hay problemas.

WHAT THE FUCK?!

Extraído de la lista de correo de t-shirthell.com (demasiado bueno como para que se pierda como lágrimas en la lluvia):

----- Original Message -----
From: Naras*** @ **l.com
Sent: Tuesday, December 07, 2004 12:13 PM
Subject: racists

Eat shit and die, you racist motherfuckers.

(Editor's Note: No, YOU eat shit and fucking die you ignorant mother fucker. Eat your fucking mother's shit while mother fucking, and your mother should eat shit, fucking too. She should eat my fucking shit. You fucking should eat my shit. You should fucking die from fucking eating my shit. You should fucking die fucking your fucking mother while fucking eating my fucking shit and she should fucking die, too from your mother fucking fucking. You fuck.)

Christmas spirit

Dicen que la virgen echó los restos por estas fechas, y de ahí que celebremos el nacimiento del puto Dios más sanguinario de la historia al márgen de la obra de Lovecraft -y, sinceramente, la idea de celebrar unas nyarlathotevidades me la pone imperial con brillo-. Pero al márgen de esto y de que el jodido San Nicolás fuese turco y no vikingo, hay algo que ha traído de cabeza a filósofos y pensadores de todas las épocas desde hace dosmil inviernos. El espíritu navideño.

¿Qué cojones es el espíritu navideño? ¿Jerseys de lana de cuello vuelto y chimeneas? ¿cosas tan abstractas que vemos en las películas yankees como el ponche de huevo y los besos bajo el muérdago? ¿Tener fé en que en la última batalla de la humanidad, entre el dólar y el mal, a las faldas del monte del destino, Mickey Mouse aniquilará al Grinch? No, hijos míos, no. Hoy, para ilustrar lo que es el espíritu de la puta navidad, Somófrates os trae un cuento navideño clásico. En una tiendecita que hay en la madrileña calle de Fermín Caballero, llamada "Generación X", el cran Chen -hijo de Chen-, reúne a los más jóvenes de la tribu por estas fechas para desvelarles la magia de estas fechas.

Era la noche de navidad. Hacía frío, y fuera nevaba. Bueno, también nevaba dentro, dado que aquella iglesia, desde hacía ya dos años, lucía las imperfecciones que el fuego de mortero suele hacer presentes en las estructuras civiles. Musulmanes croatas llevaban meses haciendo sus vidas por la zona, y, dadas las fechas, el mando español determinó que no estaría de más desplegar algunas tropas a coger frío por los cementerios y templos cristianos, no vaya a ser que a algún exaltado le diese por profanar nada.
La república de Bosnia y Hertzegovina llevaba mucho tiempo sufriendo la falta de turistas, y por eso no había muchas infraestructuras hosteleras en las que el grupo de héroes nacionales e internacionales protagonistas de esta historia pudiesen ataviarse de forma adecuada para celebrar la ostentosidad del parto de la vírgen María santísima.
En la calle todo era silencio por la noche, y la campana de aquella parroquia en Hrasnika no había sonado desde que los musulmanes se habían hecho con el territorio. Los soldados descansaban, y todo transcurría en calma y paz. Sin embargo, a Mariano Nuñez aquello le parecía inapropiado para celebrar nada, de manera que cogió su pala de zapador, que todo buen caballero legionario paracaidista ha de llevar a su espalda, y comenzó a aporrear la capana de aquella torre al desaforado grito de "¡¡CELEBRAD EL NACIMIENTO DE MI DIOS, HIJOS DE PUTAAAAAAAA!!"
Y las municiones soviéticas comenzaron a volar por todas partes hasta que salió el sol.

Fin.

Let it snow...

Se acerca la navidad. Mogollón de banda se muere de ajko, y nosotros tiraremos todo ese dinero que ni si quiera podemos tirar, simplemente por hacer ostentación. El espíritu navideño todo lo impregna, es como una especie de resina pegajosa dorada con reflejos de espumillón que huele a rancio, y se encuentra desde el mostrador de mármol de la entrada de tu oficina desde la que esas dos tetas de ETT que dentro de un mes no estarán ahí te dan los buenos días, hasta la esquina mugrienta y llena de mierda del bar de abajo donde vas a tomarte el pinchito entre el humo de los cigarros baratos y la peste a solysombra de la cuadrilla que lleva ya dos años sin moverse de la misma obra.
¿Y qué vamos a hacer? ¿Odiar la navidad? ¿Renunciar a los atracones y los regalos? Ni de coña. Haremos una donación, o regalaremos algún juguete viejo para que la gentuza del tercer mundo pueda ver que aquí vivimos tan de puta madre que incluso les regalamos las sobras de nuestro consumismo. Joderos y morios de una vez con la barriga inflada y rodeados de moscas. Por gilipollas. Haber nacido aquí, hatajo de subnormales.
No, que no es coña. En serio. Que se jodan. Yo no cambio mi playstation por un hatajo de tiraos que viven al otro lado del globo y ni si quiera conozco.

Y no creo en ningún puto Dios (ya me tengo a mí), o sea que no festejo el nacimiento de ningún Belenita de mierda, ni me importa que tres moros a camello se follaran a su madre y luego le dijeran a su supuesto padre, el carpintero imbécil, "¡Milagro! Tenga, cómprele algo bonito al niño, que nosotros nos vamos cagando dátiles de aquí".

No, yo sólo sé que la banda pone luces por todos lados, y nos dan un par de días de vacaciones, y una paga extra, y se hacen regalos y se come y se bebe hasta vomitar el hígado.

¿Alguna vez os habéis fijado en cómo viven la navidad las abuelas? Es fantástico. Parece que durante unos días estén viviendo en un anuncio de El Corte Inglés. Cojones, si hasta le hacen un puré de castañas al pavo.

Yo pienso mucho en las abuelas del mundo. Cuando escucho música. Me pongo Sepultura, o algo así, y pienso en la senectud. En la imposibilidad eléctrica de según qué enlaces neuronales en la masa encefálica (he dicho "ence") a partir de ciertas edades. Y eso me enternece, y me hace pensar en pequeñas y arrugadas ancianitas desnudas flotando a mi alrrededor, como si todo fuese un flipe basado en los créditos de las pelis de 007. Pero con sepultura.

Y no es que les falte al respeto, no (que también). Es que no me gusta pensar en qué será de mí cuando llegue a viejo. Joder, no tengo ni 30 y a veces no me soporto ni yo, imaginadme con 90. Ostias, si hasta es posible que con esto del genoma de los cojones pueda llegar a los 150. No, yo no quiero ser un zombi que no entiende nada y ha de acogerse al papel de pensionista desvalido para que la gente le haga caso. Coño, si me tocase una prmitiva al menos dejaría escrito mientras estoy cuerdo que mi fortuna habrá de ser dilapidada tras mi segundo infarto en una legión de putas que acaben conmigo a golpes de cadera.

Asquerosas ayudantes, acabo de tener una revelación. Quiero que este blog esté dedicado a las chuchurrías mamas de todas las abuelas del mundo. Id buscándome un fotomontaje con la del anuncio de la fabada Litoral para hacer un banner.

El tema de los regalos tambien es fantástico. A mí me entierran en jerseys de polyester y calcetines todos los años, pero lo cojonudo son los putos críos. ¿Habéis intentado ir a comprarle a un niño lo que quiere por navidad? Joder, necesitas un guía nativo. Cuando yo era niño no pedía cosas tan raras. Al fin y al cabo, ¿quién cojones no sabía lo que era el castillo de Grayskull? Joder, sólo con imaginarme a mi viejo delante de una dependienta del Corte Inglés diciendo "Hola buenas, estoy buscando a PolloMan el destructor, del bando de los Fostiaplex, guardián de Eternia y protector de la cuchara cósmica" me parto el culo de la risa.

Ayer ví a Chucky. Y no, no me refiero a la película, sino a mi sobri. Llevaba una Bratz rubia, una cosa increíble. Una muñeca cabezona con unos morros que como te chupe la polla se te deben de meter hasta las sábanas por el culo. Iba vestida con un conjunto de microfalda, botas hasta las rodillas y una especie de jersey-anorak peludo. Muy puti todo. Chucky la abrazaba y le daba besitos porque decía que estaba malita. Claro, debe de ser que la jodida muñeca se pasa el día echando la papilla después de cada comida para tener ese cuerpo a lo alien invasor de encuentros en la tercera fase...

Lo cual me hizo pensar en lo que escribí el otro día sobre las tetas en los videojuegos. Todas histéricas porque a los niños(?) se nos educa con modelos femeninos irreales. También se hace con las propias niñas, claro, que se les mete desde los siete años en la cabeza cómo han de ser a los dieciséis (y si no lo consiguen, a comer pollas grátis, claro, que si no, no se comen una rosca). Y, sí, vale, está mal, reprimámonos todos por ser unos cerdos y adquiramos sentimientos de culpa por sentirnos atraídos por los culos y las tetas, pero... Oigan, es que yo no quiero ser Beckham. Y para defender mi mediocridad como asqueroso ser humano nadie hace un estudio de mercado. Y empieza a asaltarme la duda de que cabe la posibilidad de que sea porque tengo pene (una cosa impresionante, por cierto).

Bueno, niños y niñas, que el mundo se mueve por el sexo y el dinero, y ninguno de los dos vale nada. De manera que si no tenéis ninguna de las dos cosas, haced como yo: venced vuestros tabúes, poned música borrica de ambiente, y buscaos una abuelita que deje que le rellenéis el pavo con puré de castañas.

Feliz navidad, hijos míos.

I wanna fuck you on a reindeer
I wanna fuck you in a pig sty
I wanna fuck you in a cardboard box
I wanna fuck you with a strap on cock

I wanna fuck you on the earth
I wanna fuck you in uranus
I wanna fuck you with a bread roll
I wanna fuck you in a mole hole

I wanna fuck you on a copier
I wanna fuck you in a paddy field
I wanna fuck you on a golf cart
I wanna fuck you with an auto-part

I wann fuck you
with a cane
down a lane
In pouring rain
plus your sister Jane

But its not like i've got sex on the brain
(although if its possible, I'd like to try that shit too)

God bless America

Por Manuel Talens
El País
21/12/04, 09.44 horas

El viejo desvía la mirada hacia el calendario y ve que la Navidad está al caer. Se levanta refunfuñando y, con paso lento, va hacia la chimenea, apaga el fuego para ahorrar madera durante la travesía y luego abre la puerta de su cabaña. Una ráfaga de aire glacial se cuela en el interior.

Hace un frío polar. "Qué mal ando de memoria, se me había olvidado el viaje navideño", piensa mientras se acerca al establo. "Debe ser por el cambio climático, desde que destruyeron la capa de ozono con tanto humo ya no me funciona el cerebro". Tiene una barba blanquísima que le llega a la cintura y que sería indistinguible de la nieve en el paisaje si no fuera por el vivo color bermellón de su indumentaria.

Los renos lo saludan con alegres resoplidos al entrar. Les pone las guarniciones, los engancha al trineo y ata detrás la carga de juguetes de contrabando que sus amigotes borrachines del movimiento libertario le han conseguido en el mercado negro de Taiwan.

Antes de partir, saca de un enorme talego una botella del vodka ilegal que le suministra el fiel Nikita y se bebe medio litro a gollete. Siente un calorcillo inmediato en el interior y se le quitan las preocupaciones.

Es verdad que olvida con facilidad las cosas más inolvidables y que pierde el hilo, que de unos años a esta parte no sabe nunca dónde ha puesto la marihuana, el Viagra, los preservativos o la caja de aspirinas para el reuma, pero el momento más triste fue cuando en un delirio confundió a Nuliajuk, la tierna esquimal que lo había solazado tantas lunas, con la tremenda Condoleezza Rice y la echó a patadas de la cabaña.

Desde entonces, a pesar de sus excusas, Nuliajuk se niega a hablarle y ahora él tiene que apañarse como puede. Será por eso -la soledad agobia- que suele estar resentido. Menos mal que la alegría de los niños al recibir juguetes en la noche mágica es contagiosa.

-Se acabaron las complicidades con esa gente, Nok -le dice al reno que tiene más cerca-. Esta Navidad no hago más el payaso en los almacenes, si quieren regalos que vayan a pedírselos al trío de las Azores. Además, me voy a agenciar una chilaba y, a partir de ahora, que les den.

El vodka y los frijoles cubanos que le trajo un emisario del comandante ya han empezado a hacer su efecto cuando sobrevuela Moscú. Suelta una sonora ventosidad, inaudible a ras de tierra. Hace un corte de mangas.

-Para el Putin, por traidor.

Llega a destino. Es una ciudad mártir, como Guernica, como Hiroshima. Las casas que visita están llenas de cadáveres en descomposición o roídos por los perros. Deposita una muñeca de trapo junto a una niña inerme de rostro irreconocible por la metralla. Llora desconsolado. Diez segundos después, una ráfaga de fusil automático lo libera de sus penas.

-Estos árabes, además de terroristas, son raros -dice el soldado yanqui mientras le da una patada en la cara al viejo que agoniza-. Mira que disfrazarse de Papá Noel en Faluya. Bob, hazme una foto junto a él para que se la mande a Susan.

No puede enviarla, porque media hora más tarde una bomba disimulada por la resistencia bajo las piedras de la calle lo hace saltar en pedazos. A los pocos días, en un pueblecito de Oklahoma se reza un emotivo responso por el héroe caído y al final todos cantan God Bless America.

Alegres musiquillas

Queridos Reyes Majos:

Como alguien me metió un virus y se folló mis emepetreses, y como no he instalado ningún programa de esos mágicos que pasen de CD a emepetrés, y como tengo un blog y hay que sacarle partido de alguna manera, quiero que me mandéis por messenger, o por mail, o por lo que sea, las siguientes fanfarrias navideñas para hacerme un radioblog decente:

My Rage -Rage.

Platonic Disease -Obituary.

La décima la dejo a votación del público. Proponed algo que vaya bien con esto.

Pechos grandes y ropa corta, reclamo de los videojuegos

Hola, asquerosos lectores. Compruebo con pesar que últimamente seguís perdiendo vuestro miserable tiempo entrando a leer mi blog, buscando algún indicio que os confirme que vuestras vidas no son inútiles, indagando con desesperación en el galimatías eternáutico. Y sí, ya sabeis que aquí tenéis la salvación, aquí os regalo con la bendición del que sabe que su vida no es en vano, mas olvidáis el precio a pagar, rufianes. El ego del gran Somo-Kajuna nota que ya no me dejáis tantos comentarios...

En fin, a mis cinco sentidos llega algo. Y digo algo por no decir noticia, porque esto ni es noticia ni es nada. Resulta que existe una cosa llamada Centro de Investigación y Documentación Educativa, que viene a ser un sitio en donde unos señores experimentan nuevas técnicas de lavado de cerbro para así educar mejor a nuestros hijos. Y luego existe otra cosa que se llama Instituto de la Mujer (debe de ser una tía ENORME), que tienen una página web dónde para entrar tienes que pulsar con el icóno del dedito en un botoncito redondín, y... en fin... Nota mental: buscar en google "instituto del homre", y en caso de que no exista, registrar un dominio web.
Bueno, el caso es que entre estas dos cosas han hecho otra. Un estudio. Más concretamente, un estudio que se ha dedicado a analizar los 250 videojuegos más vendidos. No sabemos si del año, del mes, de la historia, o de qué, pero el caso es que lo han hecho.

Total, que estas dos cosas dicen que los videojuegos reproducen estereotipos sexistas y difunden valores de la denominada 'cultura del macho'. Y yo aquí me planteo preguntas y cuestiones. La primera de ellas sería si para llegar a estas conclusiones el estado se gasta el dinero en estas cosas. Las demás me las guardo para mí. Los jóvenes y adolescentes consumidores apañoles, no obstante, están convencidos de que tales contenidos no alteran su percepción de la realidad, que no es otra más que la de matarse a pajas, ya que se pasan el día jugando y jamás en la vida esperan que una mujer se acerque a ellos. Algo que el autor del estudio, Enrique Díez, contradice al afirmar que "la mayoría de los videojugadores se encuentran inermes ante los valores que transmiten y las actitudes que conlleva la utilización de estos productos", precisamente porque ignoran su influencia.

Me gustaría recalcar lo de "los valores que transmiten". Este señor está convencido de que los videojuegos transmiten un valor. Me gustaría preguntarle si alguna vez un vaso de leche fría con colacao también le ha transmitido valores. Tal vez su chaqueta de entretiempo le transmita también valores. A mí, personalmente y sin ir más lejos, la grapadora de la oficina en este preciso instante me está transmitiendo valores.

"Oh, vamos, Somo, no seas tan irónico, ya sabes a lo que se refiere ése hombre cuando habla de valores". Sí, coño, claro que lo sé. Yo jugué al Hitman...

En fin, el estudio en cuestión se llama "La diferencia sexual en el análisis de los videojuegos". Bien. Brillante. Algo sencillo, accesible, pero directo y conciso. Pero teniendo en cuenta el público al que va destinado tal producto, yo aconsejaría complementarlo con otros como "La diferencia sexual en el análisis de las muñecas Bratz". O "La diferencia sexual en el análisis de las princesas Disney". Sería lo justo. Al fin y al cabo, del mismo modo que hay bastante público femenino que le dá sin descanso al Sims, hay bastante público masculino que no para con las Barbies...

Los resultados evidencian, por un lado, que estos productos tienden a reproducir estereotipos sexuales contrarios a los valores que educativa y socialmente se han establecido como principios básicos sociales. De hecho, de un total de 1.824 personajes analizados, los masculinos representan un 64%, mientras que los femeninos sólo suponen un 17%. El porcentaje restante son personajes no humanos (19%). También cabría aquí la posibilidad de preguntarse qué es lo que entienden estos señores por "humano" o "no humano" (la seta del supermario también tiene sentimientos, hijos de puta).

Generalmente, aparecen 15 personajes masculinos y sólo tres femeninos en cada juego (en caso de ser un shoot-em-up en primera persona, debe de tratarse del juego más corto de la historia). En más de la mitad de los juegos analizados aparecían sólo dos o menos personajes femeninos (esto tal vez se deba a que cada vez hay más juegos de conducción...) Además los personajes femeninos son "hipersexualizados" y los masulinos "hipermasculinizados". Bien, vámonos a la RAE. Busquemos estos dos términos. No existen. ¿En cualquier caso, hipermasculinizar a un hombre no es hipersexualizarlo? Es más, ¿no es posible que Lara Croft esté, precisamente hipermasculinizada? ¿Y no es posible que a causa de esto el 19% de los personajes de videojuego no sean humanos? En fin, empieza a dolerme la cabeza...

Así, nueve de cada 10 mujeres de videojuego tienen un cuerpo atrayente (pechos grandes y caderas muy contorneadas) y un 67% son demasiado delgadas y extremadamente desproporcionadas. En definitiva, cuatro de cada cinco muestran proporciones físicas irreales, que además se revisten de vestuario semitransparente e insinuante. Seamos sinceros. ¿Qué pasaría si en los videojuegos todas las mujeres fuesen gordas feas y fueran vestidas como monjas? Ustedes y yo lo sabemos. ¡Habrían hecho otro estudio aún más divertido! Miren, sabemos que llegan las navidades, y que esos kilillos de más son jodidos. Véis a esas heroínas perfectas y esculturales, y os deprimís y os inflais a comer chocolate. Da igual que sean de videojuego, o de película, o de anuncio, o de televisión, sois unas neuróticas de mierda, y ya está y no pasa nada. El problema es que no soportáis que los hombres nos tiremos las horas muertas jugando al Tomb Rider con un perpetuo plano del culo de Lara Croft. ¿O es que a caso el torso desnudo de Vin Diesel no son proporciones físicas irreales? Sí, joder, lo que pasa es que el Vin Diesel os pone los pezones para cortar cristal, y si nos pasamos dos horas jugando a las crónicas de Riddick os da igual...

A esta percepción de mujer explosiva se unen, por otro lado, en un 87% de los casos las caras "angelicales" para eternizar el mito de la perpetua adolescente. También se detecta la introducción cada vez mayor de un nuevo personaje femenino que asume el rol masculino. Todas estas características se reproducen igualmente en la publicidad del videojuego, que utiliza al personaje femenino como reclamo, a pesar de no ser el protagonista.
Es decir, que además os hacéis viejas, os volvéis menopáusicas, y os jode que un personaje ficticio le eche más cojones a las cosas que vosotras mismas.

Así, según el estudio se perciben tres estereotipos de rol: el masoquista, con mujeres sumisas y pasivas que son víctimas y necesitan ser rescatadas; el sádico, mujeres que reproducen el arquetipo "viril", pero con atributos físicos exagerados; y el rol de 'barbie, mujeres consumistas superficiales, decorativas y centradas en la imagen y la apariencia. Modelos que responden a la proyección de la imagen que tienen los hombres sobre las mujeres.

Junto a estos estereotipos, se difunden los valores de la cultura del "macho", en la que "dominar" es el objetivo fundamental. El ideario principal de esta visión es que los demás son "enemigos", dentro de un concepto racista del "nosotros" y los "otros", con elementos belicistas y violentos constantes, que se contemplan como "hechos heroicos y excitantes". "La violencia es el signo distintivo de los videojuegos", añade el estudio.

Claro, la violencia es el cáncer de la cultura del ocio y la tradición machista. En cualquier caso, no os preocupéis, chicas. Tengo entendido que Bioware tiene pensado cambiar sus derechos sobre los videojuegos fantástico-heróicos de "Dragones y Mazmorras" por los de "Abogadas & Decoradoras". Y rockstar dejará la franquicia de "Grand Theft Auto" para lanzar una serie de aventuras gráficas basadas en la vida de Hillary Clinton (oh, ya me lo estoy imaginando: USAR camisa de bill CON analizador de adn).

Este universo virtual, según el estudio, sí está afectando a los adolescentes, a su forma de relacionarse y estar en el mundo, porque dificulta la comprensión emocional y compleja de la realidad que fomenta la resolución dialogada de los conflictos. Bien, ¿qué quiere decir eso de "comprensión emocional y compleja de la realidad que fomenta la resolución dialogada de los conflictos"? Fácil: las mujeres quieren mantener su dictadura sexual y seguir torturándonos y tratándonos como mierda para poder seguir siendo unas perracas del infierno con vosotros, niños. De manera que volved a coger ése mando, seguid destripando zombis, y no les hagáis ni putísimo caso.

"Pero lo peor de esta cultura de la violencia es que trivializa la violencia real y que los niños y niñas acaban volviéndose inmunes a su horror", concluye el estudio. Menos mal que para contrarrestar eso y reinculcar el respeto por el horror entre nuestros menores ya tenemos a los Teletubbies...

Un reciente reportaje de la cadena CNN informaba sobre el sesgo machista de algunos de los videojuegos de más éxito. La lista de ejemplos sería interminable. Entre los más descarados se encuentra 'Dead or Alive: Xtreme Beach Volleyball', de Tecmo, famoso porque sus protagonistas son chicas esculturales en bikini.
Pero vamos a ver, hatajo de gilipollas... ¿¿cómo pollas si no van a vender un puto videojuego de VOLLEY BALL?? Veamos, el niño va a la tienda y puede elegir entre un shot-em-up de la segunda guerra mundial, un juego de estrategia a tiempo real en el espacio, un juego de rol japonés que va por su duodécima entrega, o UN PUTO JUEGO DE VOLLEY BALL. Cojones, ¿qué esperábais? ¿que las jugadoras fuesen carmelitas con hábitos hasta los tobillos? Por el amor de Dios, intentad ver un partido real de volley femenino sin sufrir una erección...

Mirad, bonitas, me parecería cojonudo que también se hiciesen juegos para tías, pero es que no hay un público para ello. Es demasiado arriesgado. Tendréis que conformaros con los juegos unisex (tipo Syberia, Monkey Island, Sims, ...) hasta que alguien se decida por hacer un videojuego de Bridget Jones. Hasta entonces, intentad jugar en red al counterstrike en un cyber. A lo mejor os gusta y todo. O incluso resulta que hacéis amigos jugando, independientemente de qué muñegotes lleven bragas o no en el juego...

No sé, los juegos son como el cine, si uno quiere reflejar algo, se acoge a lo que existe en el mundo real, y ya está. Supongo que al gilipollas ese de antes Scarface también le transmitió valores cuando la vió. Cambiar el contenido de un producto por amoldarse a unas reglas de lo políticamente correcto me parece una gilipollez aún más peligrosa que poner el dibujo de una tía con las tetas gordas en un videojuego. Es como quejarse de que los coches de los juegos de conducción son demasiado buenos. La vida está llena de mediocridad (vosotras sobre todo, hatajo de reprimidas feas culogordas de mierda) como para encima tener que comernosla al comprar un videojuego.

A mí me gusta la violencia, me gustan las putas palabrotas y lenguaje soez, me gustan las tetas y los culos. Es lo que me venden y es lo que compro, oh, guardianas de la puta mediocridad. Empezad a arreglar los estereotipos por donde hay que empezar a arreglarlos, y dejad tranquilos de una puta a vez a los que disfrutamos con los videojuegos. Coño ya.

Carta de amor (o algo)

Manjón

-"Han hablado ustedes de manipulación, de confidentes, desconfianza, circunloquios y periferias... Han hablado de ustedes, nuestros familiares no han estado en esta casa. Prefieren seguir utilizando a las víctimas como arma arrojadiza".

-"Hoy, sorprendentemente, la palabra es nuestra"

-"Necesitamos recuperar la sonrisa de los que conservaron la vida a costa de no volver a soñar bonito"

-"Ojalá sean conscientes del sufrimiento que pudieron provocar con sus decisiones o el que no lograron evitar"

-"Ha habido quien ha tratado de vetar esta comparecencia, quitarnos la voz a los afectados"

-"Intentan encasillarnos en una opción política. Se equivocan, hacen un flaco favor a la transparencia que todas las voces aclaman"

-"Cualquiera pudo viajar en aquellos trenes. Esta realidad la entendió todo un pueblo, cohesionándose en el rechazo. El nuestro es un pueblo pacífico. El pueblo se lo ha demostrado a ustedes. Y se han tomado decisiones de gravedad en su nombre y en contra de su voluntad"

-"Estamos contra cualquier tipo de terrorismo, contra la barbarie, los fanatismos... No puede haber comprensión desde lo humano"

-"No utilicen nunca más ni aquí ni en ningún contexto nuestro dolor con fines partidistas. Somos un signo de unión y nuestro sufrimiento debe ser la prueba y el ejemplo de la unión que ustedes no logran ser"

-"Todos los sufrimientos tienen la misma legitimidad moral. Desde aquí tendemos la mano a todas las asociaciones de víctimas"

-"Sufrimos con aplomo el 11-M pero hoy exigimos con firmeza, con un comportamiento democrático y desde el diálogo, que busquen los caminos de la cohesión social"

-"Ningún partido nos mueve. No entendemos de posicionamientos políticos. No somos nada más y nada menos que víctimas. Para ustedes todo es política. Fuera de esta casa queda mucho aire fresco"

-"No nos manipulen, no nos usen, no tenemos siglas"

-"Han hecho política de patio de colegio, venimos a reprocharles como representantes del pueblo sus actitudes de aclamación, vítores en esta Comisión como si fuera un partido de fútbol. Se hablaba de pérdidas de seres humanos. ¿De qué se reían? ¿A qué jaleaban?"

-"Algo hicimos mal, alguien se equivocó, algunas personas debieron cometer graves errores para que los malditos pudieran preparar y llevar a cabo tamaña asesina tropelía"

-"Seguimos esperando disculpas y asunción de responsabilidades a quien corresponda, dimisión de cargos policiales e institucionales a quien corresponda"

-"Si quedan irresponsabilidades por depurar éstas corresponden fundamentalmente a quienes detentaban el poder en aquel momento. Y ésta es una obviedad irrefutable"

-"Ustedes han puesto el foco en lo que pasó entre el 11 y el 14 de marzo. Nada más lejos de la inquietud de las víctimas. En esos días, buscamos a nuestros muertos, los lloramos, los enterramos, incineramos, nos despedimos, a otros los cuidamos... Nos interesa saber qué ocurrió entre el 11 y el 14 porque no pudimos vivirlo, pero sobre todo nos interesa saber qué ocurrió antes"

-"Nos interesa saber qué pasaba con la trama de explosivos, informes que avisaban de amenazas terroristas, falta de medios, falta de policías, de traductores, falta de voluntad política para prever lo que se nos venía encima después de pasar a convertirnos en objetivo terrorista"

-"Exigimos la creación de una nueva comisión sin partidos políticos, con personas libres que delimiten responsabilidades y propongan las reformas necesarias"

-"No nos den más palmadas en la espalda ni nos miren con cara compasiva"

-"Hemos asistido como autómatas a homenajes sobre los que no nos han preguntado ni pedido permiso. Todo por las víctimas pero sin las víctimas"

-"Hubo fallos de atención inmediata, descoordinación, no se controló el perfil de los profesionales. La comunicación para identificar a los familiares se hacía por megafonía..."

-"Queremos mostrar nuestro agradecimiento a los que auxiliaron en el primer momento arriesgando sus vidas, a quienes lloraron y rindieron tributo, a la ciudadanía de Madrid y al resto del Estado, a los bomberos, al personal sanitario, a los policías, los taxistas, psicólogos, conductores de autobuses..."

-"No al uso en los medios de imágenes de la barbarie. Señores directores de periódicos, agencias de prensa, directores de informativos, permítanos dudar de su sensibilidad. Se olvidan de nosotros cuando el mercado les llama. Venden su conciencia por aumentar audiencias"

-"Ha habido filtración de nuestros datos. Recibimos llamadas y cartas de entidades públicas y privadas que no hemos pedido"

-"Nuestras peticiones se resumen en tres: verdad, justicia y reparación, pero reparación moral, no económica. El dinero ni abraza ni consuela."

"Me voy con la conciencia tranquila". 20.01.04.

Las palabras sólo hacen daño si las lees.

No pude con Tolkien. Lo intenté cinco veces. La última antes de la llegada de las películas, por aquello de hacerme una idea personal antes de verlas. Pero nada. A la altura de Tom Bobadil (¿se llamaba así?) tengo que rendirme. Cien páginas leyendo con detenimiento la descripción y disposición de cada grano de maíz en todos y cada uno de los platos de asado de venado que saltaban al paso de Frodo y compañía eran algo superior a mis fuerzas.

Las crónicas de la Dragonlance me parecieron una patochada infumable que me leí en su primera edición entre recreo y recreo en el colegio, saltándome unas doscientas páginas del tercer libro sólo para poder leer el final y poder decir que había terminado con aquella espantosa historia. De las sucesivas sagas sólo me quedo con algún fragmento de las leyendas y "los hermanos majere".

Lo intenté con la saga de añoranzas y pesares. Cogí el primer volumen, "el trono de huesos de dragón", y podría resumirlo en "En la pacífica tierra de Osten Ard, gobernada por Juan el Presbítero, Supremo Rey, poderosas fuerzas oscuras se conjuran para dominar al mundo y someter a sus habitantes a un reinado de terror y oscuridad eternos. Sólo Simón, un joven pinche de cocina de Hayholt y su pequeño amigo Binabik, tienen la clave para salvar a todas las razas que pueblan su mundo". Ante un planteamiento tan original, descubrí de nuevo una narración lenta y soporífera, de modo que tiré aquél libro por encima de mi hombro sin prestar atención a dónde pudiese haber caído.

De las novelas de Starwars ni hablo. Salvaré algunos párrafos de la trilogía del almirante Thrawn, y por puro frikismo. El resto puede irse por el agujero por el que se fueron las de battletech y las de shadowrun.

Es por estas cosas que procuro no hablar nunca de mis gustos literarios, sobre todo si lo que tengo delante es algún tipo de mniático friki obsesivo (intento ser diplomático y dar coherencia a mis razonamientos cuando discuto con ellos, pero según veo que empiezan a usar respiración asistida cada vez que digo que no me he leído el Señor de los Anillos, desisto de intentar seguir con la conversación...)

No obstante, estoy leyéndome ahora mismo un libro llamado "Canción de hielo y fuego", perteneciente a la saga "juego de tronos", que no está nada mal. Me lo regalaron por mi cumpleaños y me lo estaba leyendo más por compromiso que por otra cosa (es GRUESO), ya que nunca he soportado la literatura fantástica, ya fuese medieval o no. Lo cierto es que, pese a ser algo lenta, ya que profundiza bastante en el desarrollo de tantos -probablemente demasiados- personajes, me ha chocado bastante encontrar una narrativa tan buena en un libro de esta temática.

En fin, poco más que contaros...
Si alguien ha grabado o sabe de algún sitio dónde oír lo que ha dicho el Jimenez Losantos sobre la señora esa de las víctimas del 11-M de ayer en lo de la comisión, que me lo pase, que me han dicho que son risas.
Y que parece que no, pero si después de tres meses de autoescuela sacas sorpresivamente catorce fallos en un test, te puede dar un ataque de risa bastante guai (demasiadas preguntas sobre asistencia a heridos; ¿a quién cojones le importan los heridos? ¿de veras hay alguien que se lea esa parte del libro?).
Y que trabajar con gripe es un asco, sobre todo si la tarde anterior a alguien le ha dado por caminar descalza por tu espalda.
Jo.

Somitos de Naranja IV

Cuarta edición de los premios SOMITO DE NARANJA. Esta vez, al comentario más malo. Los nominados son:

1- La segunda. El sexo vaginal está TAN demodé....

2- La primera. Por Dios, ese jodido ente, seguramente iraqui, palestino o genericamente moro AUN puede abrir un ojo. ¿Donde estan los valores? ¿Donde ha quedado el placer por un trabajo bien hecho?

3- Ambas. Aunque la segunda solo en canales reservados. No se puede permitir que la plebe aspire a rubias con lenceria y tetas gordas. No hay suficientes para todos, son un bien escaso.

Posted by: El Hombre Malo on November 4, 2004 03:26 AM

...tu antes molabas.

Posted by: El Hombre Malo on October 14, 2004 07:21 PM

Tow, matar es facil, hacer sufrir es lo que es creativo.

Posted by: El Hombre Malo on September 24, 2004 03:25 PM

Pero lo importante no ha sido contestado...¿la anciana tenia las tetas grandes? ¿Se las tocaste? ¿Y su bolso? ¿no te lo llevaste?

Posted by: El Hombre Malo on September 23, 2004 11:30 PM

Hala, hala. A votar con democracia...

Ya le podía pasar esto al Bisbal...

Un concierto de heavy metal en la ciudad de Columbus, estado norteamericano de Ohio, terminó trágicamente cuando un joven espectador subió al escenario del club nocturno Alrosa Villa y disparó a quemarropa contra los músicos del grupo Damageplan, dando muerte al guitarrista del grupo, Darrell Abbott, ex integrante de la popular banda Pantera, y a otras tres personas.

El asesino, Nathan Gale, de 25 años, estaba tratando de protegerse con el cuerpo de un rehén cuando fue muerto por un policía que acababa de entrar en el lugar, según los detalles difundidos por las autoridades locales.

El concierto había comenzado a las 22.20 (hora local) ante unos 250 espectadores. Los fanáticos de la música heavy metal habían llegado al lugar para ver en vivo a Damageplan, el nuevo grupo que Darrell, de 38 años, y su hermano, Vinnie Paul, formaron tras abandonar Pantera en 2003. Pero mientras sonaba la primera canción, Gale, que estaba vestido con un buzo con capucha, logró subir al escenario y, después de lanzar algunos gritos, comenzó a disparar contra los músicos.

Según relató un testigo, Jim Climer, a la cadena NBC, el guitarrista "todavía estaba tocando y ni se enteró de lo que pasó cuando cayó al suelo". Entre los muertos se identificó a Nathan Bray, de 23 años, que estaba entre el público, ya Erin Halk, de 29, de quien no se sabe si había ido a ver al grupo o formaba parte del equipo Damageplan.

Según relató la policía, el agente James Niggemeyer estaba patrullando en el vecindario cuando se recibieron las primeras llamadas de auxilio desde el club nocturno. El policía llegó al lugar en pocos minutos y disparó contra Gale, que se estaba protegiendo con el cuerpo de un rehén. Si Niggemeyer "no hubiera estado tan cerca del lugar, creo que esto habría sido mucho peor", dijo un vocero policial, el sargento Brent Mull.

Si bien voceros policiales dijeron ayer que "nunca se podrán conocer los motivos" que llevaron a Gale a matar al guitarrista, sitios de Internet dedicados al heavy metal incluían hoy numerosos mensajes de fanáticos que especulaban con que el asesino "no logró superar" la noticia de la separación de Pantera, que los críticos musicales atribuyen a la salida de los hermanos Abbott.

The return of the Pimp

Hala. Regodeaos, hijos míos, que ya he vuelto tras estas tres semanitas. Si alguien me va a preguntar que dónde he estado, la respuesta oficial es que vagando por las bárbaras tierras del norte buscando el secreto del acero (la no oficial igual aparece en google al introducir en el campo de búsqueda las palabras "órbita geosincrónica"). Primeramente, sabed que me habría gustado poneros algunas fotos de la plaga bíblica que arrasó mi casa el día de mi cumpleaños, pero alguien me coló desde la línea de tres puntos el virusete este tan simpático que se come las imágenes y los textos de tus discos duros, así que nada. A joderse y a esperarse (Irenerl, mi reportera gráfica oficial, tarda una media de diez meses en pasarme el material gráfico, o sea que paciencia).

Somófrates estuvo en el expocómic madrileño este año. Miles de aficionados de todas partes de la geografía nacional acudieron al evento ante la noticia. Menos mal que soy un maestro del disfraz.
Por otra parte, recordé por qué no acudía al circo este desde hace tantos años. Un montón de gente que hacía que aquello pareciese más un centro industrial de cria de cerdos que una convención de cualquier cosa, en la que se adivinaban adminículos (de naturaleza indeterminada) al otro lado de las múltiples riadas huamanas. Es más, normalmente procuran hacerte pagar 5€ por entrar (y, sorprendentemente, la gente sigue yendo). Por fortuna Carlos Díez contrata a alguna que otra actriz porno para que acudan al evento y las disfraza de algo. A parte de eso... mogollón de inadaptados subnormales lamentablemente disfrazados de gilipolleces (ya podiais haber nacido directamente en Japón, hijos de puta, y prostituiros con 13 añitos para poder compraros tebeos y videojuegos, y esas cosas que hacen allí...)

Otra cosa. Comentaros que Zonalibre no es realmente grátis. Hay unos cuantos gilipollas pagando todos los meses un servidor para que la banda se haga blogs por la patilla. Si serán gilipollas los pobres, que los administradores no sólamente pasan de ellos cuando se quejan por el spam y las caídas del servidor, sino que encima han empezado a meter pop-ups (ventanitas que de un tiempo a esta parte estaréis sufriendo algunos de vosotros) de publicidad suponemos que con el propósito de ganar dinero, sin que esto repercuta en un descenso de las cuotas que generosamente donan esta panda de pardillos y pringaos.
Si es que hay que ser tonto. Vamos, que si yo fuese uno de ellos, me liaba a hostias de un momento a otro... *risas enlatadas*

A ver, películas vistas durante estos días... Hmmmm...
La versión extendida del Retorno del Rey. Y digo yo: ¿no podían vendernos la reducida? Lo siento, demasiado para mí; sólo apta para frikis terminales. Lo cierto es que las escenas nuevas, pues no están mal, sobre todo la "Boca de Saurón". Pero lo que no entiendo es qué cojones tiene el PJ contra el pobre Gandalf. Mago de nivel 50 y tan sólo un pobre hechizo de luz de nivel 1...
Bad Santa. Bien, bien, El Billy Bob este, el que se follaba a la Angelina Jolie, hace de un Papá Noel super alcohólico al que le dá por practicar el sexo anal en los probadores de señoras de la sección de tallas grandes de un centro comercial, que reparte palizas a los niños, y no sé cuántas cosas divertidas más. Yo me lo pasé de puta madre, y el Hombre Malo descubrió su verdadera vocación. (Aquí la peña jugaba con la idea de una producción nacional versionando la película pero con Gaspar, Melchor y Baltasar).
Los Icreíbles. Yo no quería, pero... la he visto ya tres veces. Pero no es culpa mía. No, en serio, no soy esa clase de friki asqueroso que va tres veces a ver una película al cine. No voy a decir que me haya parecido la mejor de Píxar, pero sí diré que es la única a la que he notado que no le sobra nada. Y es inusualmente larga para tratarse de una película de animación. (Y no os quedéis en los títulos del final de la proyección, no hay tontería extra como en las demás de pixar). Muy destacables los diseños de absolutamente todo, a parte de lo que es la película en sí.
El retorno del Jedi, edición chachi piruli. Intentamos verla con los comentarios del director, pero el disco debía de estar jodido porque sólo se oía una risita histérica que no cesaba. Han metido al pijo pollas del Christensen al final de la película haciendo de espíritu redimido de Darth Vader. Un puto asco, vamos. A ver cuándo sacan en DVD las originales de verdad, sin mierdas...
El asombroso mundo de Borjamari y Pocholo. Un truño atómico. Ni un sólo chiste medio decente. No dejéis que os roben. Eso sí, ideal si lo que queréis es perder algún amigo.